!SI LA SAL SE CORROMPE¡
“Si la sal se corrompe, todo está perdido”, dice un viejo
refrán, y para mi es lo que está ocurriendo en la humanidad al haber sucumbido al poder del dinero.
Ya en el pasado ha ocurrido muchas veces,
como con el caso del “fracking” en la industria petrolera, que con el argumento
de la defensa de la libre empresa, y confiando en sus métodos y auto-controles, se
plantee que se deba aceptar este tipo de actividades, así estas se lleven por
delante la salud y el bienestar del resto de la sociedad.
En la defensa del medio ambiente no se
permiten medias tintas, y el intento de justificar y de aceptar políticas
ambientales como las que se aplican en Zimbawue y en algunas otras regiones del
mundo, pensando que tienen algún lado bueno y por ello querer que se apliquen
en Colombia, con recursos como los safaris controlados, donde de todas maneras
se matan a los animales con el pretexto de salvar a los que quedan vivos, no se pueden permitir de ninguna manera, ni aquí ni en
la China, solo y únicamente si son safaris para fotografías, ese es el tipo de
cambio que se debe dar ya, de urgencia, porque todo se termina.
No creo que a estas alturas de la historia
universal se pueda seguir cuestionando crudas realidades como la extinción
masiva de especies, el calentamiento global, y con ello, todas las demás
consecuencias que se están generando en el planeta.
Sé que es demasiado pretensioso de mi parte
entrar a cuestionar un sistema económico, político, social como el Capitalismo,
con todas sus bondades y virtudes, como nos lo quieren señalar muchos expertos y hasta libres pensadores, como hace poco Vargas Llosa en alguna de sus columnas, pero es obvio que este mismo sistema nos está llevando al
final de la especie y del planeta, al extremo que la última oportunidad para
que el hombre se perpetúe, no es salvar a la tierra ni a sus habitantes, si no
encontrar otros planetas, donde podamos seguir aplicando nuestro estilo y modo
de vida, que parece no se puede modificar, donde todo lo que no sea humano, dizque porque el hombre fue hecho a imagen y semejanza de Dios, no tiene otra oportunidad
distinta que servir a los propósitos de los hombres, y esto es precisamente lo
que nos tiene a las puertas del fin, así los grandes capitales del mundo, las
multinacionales, la gran industria, los poderosos cazadores, lo sigan negando.
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