miércoles, 6 de julio de 2016

MANADAS DE SIERVOS

MANADAS DE SIERVOS

En este mundo dominado por el dinero, el ser humano ya le vendió su alma a este condenado  diablo, y en el futuro que ya estamos viviendo, está siendo condenado a negociar hasta su ADN particular,  solo le está quedando como alternativa de independencia y confrontación el mundo individual, el de los pensamientos personales, hasta donde el poder corruptor del dinero no llega directamente, a no ser que quien piense le venda su consciencia a esta nueva ciencia, la de manipular conciencias.                                                                                                                           
 Existen, mientras tanto, miles de estudios que demuestran que los humanos en sociedad se comportan como manadas de glebas(siervos), adaptándose a cualquier circunstancia, así esta le condene a repetir los mismos errores de siempre, como éste presente en que estamos esclavos de las leyes de la oferta y la demanda que impone el actual mercado, donde la vida humana hace parte de los ítems que se pueden negociar, al extremo, que la podemos depreciar porque estar vivos cuesta más.                                                                                                                                                                     Los hombres y mujeres que vivimos en sistemas donde el capital es la ley, aceptamos como verdad una machacada campaña de publicidad como la fuente de la realidad, hoy más virtual que real, ¿pero a quien le importa?                                                                                                                                    Así es como entonces si una empresa o industria es atrapada manipulando precios y mercados, inmediatamente inicia una campaña publicitaria donde intenta demostrar que es más social que el “Che” Guevara, o si se le sindica de estar destrozando el medio ambiente, comienza de repente a señalar como culpables a los otros, que somos nosotros, como responsables por confiar en ellos.
En este caos de principios los humanos debemos decidir entre vivir por una paga, que paga mal, o existir por una saga, la que implica a los demás.                                                                             Fungen como ciertas, en este mundo de mercados, tantas teorías que el trabajo más difícil es filtrar la realidad, pero está esta allí, no la podemos evitar por más que queramos confundir el derecho de vivir dignamente con el momento de existir a como dé lugar.

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