POR QUÉ VOTAR A FAVOR DE ESTE IMPERFECTO PROCESO DE PAZ

POR QUÉ VOTAR A FAVOR DE ESTE IMPERFECTO PROCESO DE PAZ

En este mundo confundido y compungido, es trascendental el mensaje de esperanza que deben dar los medios de comunicación imparciales, para que las próximas generaciones, impávidas e indiferentes con su realidad, no desprecien el papel que deben jugar en la construcción del futuro de éste y de todos los países, que en las manos de las élites corruptas nos están llevado al caos general.  

Por eso no deja de ser paradójico que ante el actual proceso de paz, ¿o desmovilización?, del hasta hace muy poco el mayor foco de violencia y destrucción del país, las FARC (aunque las estadísticas de nuestra cruda realidad demuestren que representan si mucho el 30% del total de los actos de violencia en Colombia),  aparezcan ahora personajes y partidos (actitud muy repetitiva en nuestra historia), como está ocurriendo, manifestándose a nombre de esa parte de la sociedad colombiana con capacidad de pronunciarse en contra de lo que no los beneficie, como líderes políticos de partidos políticos que se maquillan con nombres rimbombantes, teñidos de democráticos, sociales, liberales, etc., escindiéndose de los viejos, pero que hacen parte de los mismos partidos políticos que tiene cooptado al Estado, martillando sus argumentos a través de los medios de comunicación del establecimiento que como áulicos repiten sin cesar esos falsos  mensajes; repitiendo mentiras, que de tanto decirlas terminan cubriéndose de una pátina de verdad o legalidad, transformando a este grupo delincuencial hoy en unas simples “lagañas de micos” o “monjas de la caridad”, como nos expresamos popularmente, sin ningún tipo de poder ni transcendencia, incitándolos a demostrar que capacidad de daño aún tienen.

De allí la importancia que en esta inicua sociedad, las generaciones jóvenes se empoderen y actúen inmediatamente, apropiándose de un proceso como el actual, no dejándose confundir de aquellos que no dejan de señalar los errores de este imperfecto proceso, mientras que mimetizan los horrores permanentes con que esos mismos ácidos críticos han dirigido al país.

El ejemplo de lo que les paso a los ingleses no nos puede pasar desapercibido, cuando en una consulta pública sobre un tema fundamental, con una abstención de casi el 60%, estén ahora ante la cruda realidad de haber dado papaya al “statu quo”, porque muchos de los que votaron decidieron basados en argumentos falsos, y los que no participaron en el proceso, prefirieron estar absortos trabajando, o jugando en pantallitas todo el santo día, quieran ahora echar para atrás lo que precisaba el establecimiento de ese país, que era confundir a la sociedad y lograr los objetivos mezquinos que solo le sirven a esa parte de élites, dueñas del poder.