miércoles, 27 de julio de 2016

¿HASTA CUÁNDO LA INSENSATEZ?

¿HASTA CUÁNDO LA INSENSATEZ?

 Quisiera uno como propósito de un nuevo comienzo ( sensación que se genera por estas fechas ya cercanas al cambio de año y por los diálogos con la insurgencia), que la sensatez fuera la principal razón y la única causa por la que las decisiones importantes en Colombia, y en el resto del mundo, se tomaran a conciencia, y que al hacerlo produjesen el resultado buscado, que no debería ser otro distinto que el beneficio general.                                                                                                               
 Pero la cruda realidad es que prima el valor material o monetario de las cosas sobre la realidad intrínseca de ellas, que en plata blanca no es otra cosa distinta a los efectos perniciosos que esas decisiones dejan o hacen sobre el medio ambiente, la naturaleza y la misma humanidad, o si no como interpretar que en Colombia se prefiera dragar al río Magdalena como la solución total de sus problemas de navegabilidad, gastándose allí miles de millones de recursos en este esfuerzo sin sentido, o mejor dicho, botándolos al preferir sostener y beneficiar un contrato absurdo que invirtiéndolos en una fuerte y masiva  campaña de reforestación de toda la cuenca hidrográfica del río, para que ahí sí a futuro se garanticen las condiciones naturales que aseguren producir y mantener permanentemente el precioso líquido en verano y regularlo en invierno.                                                                                                                                                                         En el otro extremo de esta misma desidia, pero actuando con la misma insensatez, encontramos la crítica situación de los mejores suelos del país, los del Valle del Cauca, que por sostenerle los derechos de sus pocos propietarios, los cañicultores, deben ser sometidos a manejos agronómicos invasivos y torpes que benefician por unos cuantos años a esos dueños pero que poco a poco con ese uso los van deteriorando y destruyendo hasta el extremo de acidificarlos y desertificarlos, asegurando su pérdida total en perjuicio de las generaciones por venir, ¿ será que solo reaccionaremos cuando estemos a puertas del final de toda la humanidad y ya no tenga efectos hacerlo?, ¿ aún hoy no nos convencemos del evidente deterioro ambiental, producto de años de explotación masiva y comercial de los recursos naturales, siendo que con estos usos estamos constatando y confirmando que la mayoría de las fuentes hídricas se están secando, si no están ya  secas?

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