A LOS UNOS Y A LOS OTROS QUE NO SABEN QUE HACER CON ELLA
En la forma de
proceder está la clave del saber, es por ello que no sabe más aquel que se
quiere imponer que el que aspira a convencer, suponiendo que ambas teorías se
untan de las mieles del aprendizaje como fuente y madre del conocimiento, por
eso en este cuento lo que cambia es el estilo del procedimiento.
Los unos, los que se quieren imponer, porque
creen que a la gente le falta autoridad y no el conocimiento y por esto esta va
primero que aprender, y los otros, los que aspiran a convencer, porque suponen
que la gente puede comprender que aprendiendo es suficiente para desarrollar la
historia compartida que se requiere para prolongar el ciclo de la vida, sin la
ignorancia incluida como pasaporte para saberse miembro de esta nave Tierra y así
ser correspondido en el instante en que cada quien viva su vida.
Sin
embargo, en esta dualidad de la visión está el motivo del error humano, porque
al creerse superior que su propia situación, mantiene con horror el mismo rumbo
que hasta hoy lo tiene al borde del fracaso, y por eso, por si acaso, ahí sí le
ruega sin sentido, le implora urgentemente a un ser inexistente, al que él
mismo le puso como nombre Dios, del que inventó el motivo de su existencia más
no la razón de su persistencia, pues esta está hoy en las manos del lucro
personal, sobre todo material, y no en las garras del no saber que depara el
futuro, ya que al dejar en la suerte, que es ese Dios que se inventó, tiene acorralado,
en la oscuridad de la ignorancia total, a un destino general que debe ser sobre
todo comprensión de lo que hacemos y no este valor constante de lo que perdemos.
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