LA MUERTE FLORIDA DE UN MAL AMOR
Hoy le digo adiós a esos
labios secos con que me besabas y a tu fría piel que destila hiel cuando me
acerco, no se desde cuando me dejaste de amar pero este amor enfermo que me
estas brindando ya es muy palpable en mi corazón, por eso me siento atrapado en
un sentimiento intenso de perdida y confusión, es mucho el dolor el que se siente, es como
arrancarme el corazón de un solo tirón; el sacarte de mi mente es tan difícil como
prácticar con mi propia mano la muerte florida, como las que
hacían antaño los aztecas con sus prisioneros, porque igual yo he sido un
prisionero de tu mal amor, permanentemente sufrías porque te quería, renegabas
porque no venía, gemías cuando te amaba, maldecías los besos que te daba. Sentía
que al amarte era como ir a Marte en bicicleta, o subir el Aconcagua en una pierna y sin escalera,
nunca tenías predisposición a mis propuestas, parecías mi enemiga y no mi
amante, pero ahora todo es diferente, porque al abrir los ojos sé que, después
de sufrir este desamor, vendrá un periodo de perdón y de rehacer el corazón, en
el que el tiempo se encargara del renacer sobre el error y a mi sobre el amor.
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