¿Y QUIEN HABLA POR LOS ÁRBOLES?
La situación ambiental de la tierra no tiene arreglo, pues
ese arreglo implica un cambio tan drástico del manejo económico del mundo, que
los dueños del poder no están dispuestos a hacerlo, el sistema socio-económico
sobre el que está apoyado el desarrollo humano, el capitalismo, tiene un
sustento teórico-filosófico muy distinto a la práctica, que es la realidad del
día a día y sus huellas que quedan registradas en la historia, en donde nos
hemos supeditado a que solo el tiempo nos vaya diciendo la verdad sobre las
consecuencias que este sistema nos viene ocasionando como raza. No pretendo con estos conceptos cuestionar el
sistema socio-económico imperante, solo recalcar que desde la revolución
industrial ha llevado al mundo, con su máxima premisa del consumismo individual
sobre la supervivencia general, a la actual hecatombe.
El triunfo de este sistema, luego de la “guerra fría” contra el comunismo, ha hecho perder credibilidad en otros sistemas en sí o per sé, dando la impresión que solo el capitalismo es el sistema idóneo, sin advertir que como todo en la vida, hay niveles, rangos, escalas, y el capitalismo los debe tener, para que primen los derechos a la vida sobre la economía, de los seres vivos sobre los negocios.
No soy comunista, ni capitalista y menos científico consumado, pero aplicando mi lógica “chibchombiana”, que me dice que cada árbol que existe en la tierra es como un pulmón humano, entonces, solo intento cuestionar cualquier tipo o modelo de sistema de desarrollo que no contenga el factor ambiental como su fundamento y al árbol como su instrumento, quiero criticar a un sistema de vida o desarrollo que no ha sido capaz de entender y aplicar esta similitud, que no se le dé al árbol la importancia vital que tiene para la especie humana y los demás seres, para que exista la armonía o el equilibrio de nuestros avances con la base de la vida en la tierra, que por simplificar en un simple ejemplo, lo quisiera resumir con lo que pasa con el ciclo de vida de un solo elemento, el oxígeno. Sabemos que los niveles de este elemento en el aire es lo que hace posible la vida en la tierra y los árboles son sus productores, y mientras no seamos capaces de entenderlo y aplicarlo, estaremos cada vez más cerca de nuestro final como especie.
El triunfo de este sistema, luego de la “guerra fría” contra el comunismo, ha hecho perder credibilidad en otros sistemas en sí o per sé, dando la impresión que solo el capitalismo es el sistema idóneo, sin advertir que como todo en la vida, hay niveles, rangos, escalas, y el capitalismo los debe tener, para que primen los derechos a la vida sobre la economía, de los seres vivos sobre los negocios.
No soy comunista, ni capitalista y menos científico consumado, pero aplicando mi lógica “chibchombiana”, que me dice que cada árbol que existe en la tierra es como un pulmón humano, entonces, solo intento cuestionar cualquier tipo o modelo de sistema de desarrollo que no contenga el factor ambiental como su fundamento y al árbol como su instrumento, quiero criticar a un sistema de vida o desarrollo que no ha sido capaz de entender y aplicar esta similitud, que no se le dé al árbol la importancia vital que tiene para la especie humana y los demás seres, para que exista la armonía o el equilibrio de nuestros avances con la base de la vida en la tierra, que por simplificar en un simple ejemplo, lo quisiera resumir con lo que pasa con el ciclo de vida de un solo elemento, el oxígeno. Sabemos que los niveles de este elemento en el aire es lo que hace posible la vida en la tierra y los árboles son sus productores, y mientras no seamos capaces de entenderlo y aplicarlo, estaremos cada vez más cerca de nuestro final como especie.
El hombre, a estas alturas de su evolución y su historia,
tiene los métodos e instrumentos para medir y comprender estas cifras y muchas
más, son las mismas cifras que se están exhibiendo para demostrar lo del
calentamiento global, pero no dejan de ser cifras escuetas de un balance donde
solo priman los rendimientos económicos, las fuentes de empleo que se generan,
el poder que adquiere un lugar o una región porque se explota un recurso
natural, ¿pero quien hace el balance de los árboles talados y muertos?, ellos, que
son pulmones cortados, erradicados, cercenados, que vienen acercándonos con su
muerte y destrucción, velozmente y mucho antes de lo previsto, a una EPOC
(enfermedad respiratoria humana mortal) ambiental de gigantescas y desconocidas
proporciones. ¿Cuándo reaccionaremos a la inacción, cuando se harán masivas
siembras de árboles, cuando restauraremos los niveles de oxígeno óptimos para
la vida de todos?
Ahí les dejo mis inquietudes, esperando que las podamos responder con premura y entre todos.
Ahí les dejo mis inquietudes, esperando que las podamos responder con premura y entre todos.
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