sábado, 25 de junio de 2016

UN COLOMBIANO MIRANDOSE AL ESPEJO EN LA CASA DE VALLEJO

UN COLOMBIANO MIRANDOSE AL ESPEJO EN LA CASA DE VALLEJO


Según Fernando los colombianos somos seres extraños, bipolares como nos dicen ahora, no hace excepciones ya que todos crecemos con las mismas tradiciones, no importa si eres diferente, de la alcurnia, un indigente o un demente, vivimos como personas pusilánimes y temerosas a costa de creer que la letra con sangre es la que realmente debe entrar en la conciencia del que tiene que temer,  para él y para muchos somos meticulosos, maliciosos, rencorosos  y religiosos, tahúres con nuestro destino, preferimos delegar que ejecutar, no asumimos responsabilidades, esas se las dejamos al azar porque aquí soñamos con parámetros distintos, aquí no vale el esfuerzo, ni personal ni general, lo que vale es el camino fácil, ganarse una lotería, heredar de un familiar rico, ser ladrón de pacotilla, un sicario o ser un capo de lo que sea, ojala político corrupto o tal vez presidente inepto pues eso es lo que da rédito, por eso cree él  y yo también que somos poco solidarios, y lo somos si nos regalan algo, si nos convoca Julio o nos ayuda Julio Mario,  estamos pendientes de los errores del contrario para resaltarlos o para restregarlos y así echarle sal en las heridas, si las hay,  vivimos absortos a nuestro clan o en nosotros mismos, el egoísmo nos desborda, tanto blancos, indios o negros nos odiamos en extremos, somos disfuncionales, oscuros y matizados de inocencia, pues por otro lado somos acomplejados, creemos que los otros son los culpables de todo lo malo que nos ocurre mientras existimos en esta tierra de redomados cretinos y a la vez actuamos como estúpidos consumados ya que estamos pendientes, ingenuamente, del milagro que le cambie el rumbo a todo lo malo o bueno que nos pueda estar pasando.



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