Un grito
silencioso
Convencido que la opinión de un simple
ciudadano colombiano del montón, como yo, no clasifica para ser tenida en
cuenta en la generalidad, a la par, enterarme de lo que sucede en el mundo al amparo de una
óptica imparcial y liberal, así y todo me arriesgo a enviar mi humilde opinión
del momento histórico por el que estamos pasando actualmente, con las conversaciones
y posibles acuerdos de paz con los grupos insurgentes más representativos de
nuestro país con su actual gobierno, y por su medio con las élites. Por eso, lleno de una falsa representatividad, me apropio de una vocería
que ni quiero ni me han entregado pero que no, por eso, me impide expresarme
para decirles que los ciudadanos en Colombia estamos viviendo, a manera de
símil, como el jamón de un sándwich del que se alimentan las clases dirigentes,
representadas por los partidos políticos por un lado y la delincuencia en
general por el otro, somos una sociedad donde la legalidad no tiene ningún
mérito distinto a nuestra propia tranquilidad de conciencia por no actuar como
tales, por eso quiero dejar constancia que las dudas que la ciudadanía tiene de
esos diálogos es por lo anterior expuesto, porque es un dialogo entre sordos
que solo conciben a sus compatriotas como botín de una guerra de capitales, que
lo único que buscan es la teta que les alimente la insaciable hambre por tener
más que los demás ya sea por medio del atraco permanente o por medio de
impuestos asfixiantes. Los
ciudadanos colombianos, y pienso que del mundo en general, estamos hastiados de
ser mal gobernados, lo que estamos necesitando es más ecuanimidad y equitatividad
en las decisiones generales, necesitamos que los gobiernos dejen de creer que
el capitalismo salvaje se autorregula con las leyes de las ofertas y demandas
de los mercados, y menos cuando el espejo del éxito personal es la riqueza
individual, y actúen de acuerdo a la realidad y no con la teoría que explica y
justifica los horrores que estamos viviendo.
Con tanto conocimiento y con tantos medios de comunicación en manos de
los hombres es increíble que sigamos siendo gobernados por individuos que solo
buscan sus propios beneficios, la tarea actual de todos los ciudadanos del
mundo, con ustedes a la cabeza, es no permitir que se siga con el absurdo de
buscar la riqueza personal sobre la riqueza general, la actual misión es
protegernos todos de aquellos pocos que por sus ambiciones individuales nos
conducen raudamente a la extinción de todos.
En la
modesta ilusión de que este grito sea escuchado por ustedes, es para decirles
que un sitio geográfico mágico, como Suramérica y entre ellos Colombia, donde
están ubicados tantos recursos hídricos y de fauna animal y vegetal, no puede
seguir expuesta a esta destructiva depredación en manos de unos pocos para
desgracia de todo el planeta, nuestro proyecto puede ser el modelo para que el
capitalismo se apropie de principios socialistas donde los beneficiarios sean
la humanidad y las demás especies, las que quedan.
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