UNA CUESTIÓN DE PORCENTAJES
La humanidad entera,
a grito herido, clama por cambiar las reglas con que se domina al mundo, el
clamor que escuchan los oídos sordos de los que nos dirigen, transforman esos
gritos en angustiosas y armoniosas melodías, que entre más ruidosas sean mayor es la alegría
que sienten semejantes indolentes.. La
inconsciencia general, que es la regla universal, es la base principal en que
está afianzada la razón por la que el uno por ciento se burla del resto, y esto
es porque hay un noventa y nueve por ciento que pasa por la vida como un pobre
harapiento, sin futuro ni ambición de una vida mejor, sin vislumbrar jamás que
las probabilidades de cambio han sido siempre del cien por ciento, pero para
ello, debe suceder que el noventa y nueve por ciento restante se oponga sin temor al porcentaje que no siente.
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