viernes, 24 de junio de 2016

Los recursos naturales y la vida versus el desarrollo

Cali, 7 de Septiembre de 2015
                                                                                                                                                              S

Los recursos naturales y la vida versus el desarrollo

Según las últimas noticias, difundidas en todos los medios de comunicación de Colombia, se supone que el sur-occidente del país, conformado por los  Departamentos del Cauca, Valle del Cauca y Risaralda, están de plácemes por la inauguración, a finales de agosto de este año, de una nueva planta productora de alcohol carburante, otra más que se suma a las 4 ya existentes, todas ellas con la capacidad de producir actualmente alrededor de 1.050.000 litros de alcohol por día, más de 383 millones por año, y planeando llegar, en el 2016, al 1 ½ millones de litros diarios, o sea más de 547 millones de litros de alcohol carburante por año, para cumplir con la meta del 10% del porcentaje de biocombustibles en la mezcla de la gasolina del país y todo esto a partir del cultivo de la caña de azúcar; sin sumarle a estos datos la producción anual de las millones de toneladas de azúcar y los otros derivados de este cultivo en esta zona del país, por lo que la dimensión del asunto ha llevado a toda una región, que no es cualquiera pues representa casi el 20% de la población y los mejores suelos del país, al monocultivo de la caña, que tampoco es cualquier cultivo, pues por sus altas demandas de agua, ha terminado por apropiarse de todas las fuentes de agua.                                                                                                                                                                                La noticia, que es presentada como una muestra palpable de desarrollo y del progreso de una región, es incluso mimetizada con las bondades de los biocombustibles y de los beneficios que estos generan en el ambiente,  también de los empleos que traen consigo, pero no puede ser más espantosa y degradante para las fuentes de agua de los varios departamentos que conforman el valle geográfico del rio Cauca, para los mejores suelos del país y para toda la población que en ella vive, incluyendo a los mismos cañicultores, que cada día necesitan más agua para el negocio, pero con la consecuencia de estar dejando sin el vital recurso a los seres humanos que allí viven, privando al país de un mejor uso de sus mejores suelos, y con la certeza, en un futuro cercano, de estar desertizando toda una fértil región.                                                                                                                                         Entonces, no queda más que preguntar y cuestionarle al país, a toda la academia, a los científicos, a los especialistas del tema, ¿Puede el beneficio económico, de una parte importante, pero aun así minoritaria, de la población, ser motivo suficiente para poner en riesgo de pérdida total, a partir de un cultivo comercial, como el de la caña de azúcar, todos los recursos naturales y la vida misma de todo el resto de la población de esa región? ¿Hasta cuándo el argumento del desarrollo se seguirá imponiendo sobre el argumento de la supervivencia del hombre y del resto de especies?

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