jueves, 30 de junio de 2016

ALGUNOS AXIOMAS “IN” DEMOSTRABLES

ALGUNOS AXIOMAS “IN” DEMOSTRABLES


- Mientras la humanidad conviva en el paroxismo permanente, ni siquiera el uso de la razón le parecerá suficiente para retomar el camino que la aleje de la tranquila muerte.                                                                                                                                                             
- El hombre es hoy sinónimo de ingresos monetarios, y estos a su vez son la base del éxito humanitario, con esta filosofía está pulverizando a la tierra que lo acoge, y con ello olvidando que en el pasado lo fue del progreso planetario.

- Los seres humanos que profesan religiones que nacen y crecen alrededor de profetas que inventan dioses milagrosos, desperdician el tiempo para construir un futuro más hermoso ya que ignoran y desprecian un milagro más portentoso que ese dios que les han creado, y es el de ser ellos mismos el propio milagro, al estar vivos en medio del caos.

- El ser humano confunde amor con pasión tan fácilmente que no considera esto un hecho transcendental, entonces al hacerlo eleva a la categoría de perfección el “amor a la causa”, sea esta buena o mala; o a la muerte por amor, así sea está pasión asesina.

- La muerte física se enfrenta a la nostalgia de los recuerdos felices, y con estos los humanos le dicen que ha llegado a destiempo, pues la alegría de haber vivido bien se antepone al temor de morir, sea bien o mal.

- La vida material, y con ella el capital, le han enseñado a la humanidad tanto lo que está bien como lo que está mal, el problema existencial es la ambición del ser individual, el que vive su momento sin pensar en los demás, el que goza su instante de gloria personal a costa de los otros.

- Todos los planetas y los objetos celestiales, sean estos de rocas o de gases, van en caída libre en el espacio universal, a tanta velocidad que el tiempo no tiene espacio y en el intento de este por sobresalir, los inicios de la vida se repiten sin cesar.

- Todos los dioses son inventos humanos, desde Baal hasta el dios dinero, desde el mal elevado a dios hasta el amor convertido en dinero.

- Cualquier hombre con solo caminar deja un camino, al hacerlo en conjunto, como humanidad, marcamos el destino de todos.

- Los avariciosos, en su ambición por tenerlo todo, se escudan en la ignorancia de la mayoría para con su temor, concretar su teoría.

- En la historia humana muchas personas, que en realidad son pocas, han descubierto que en la ignorancia esta la fuente para que una mentira repetida muchas veces se transforme en verdad en la mente del que no ha aprendido a discernir, que en la cruda realidad somos la mayoría.

- Dicen que la soledad es un mal que enloquece, los que lo dicen lo esgrimen sin cavilar ni aceptar que no hay peor locura que una mala compañía.

- Quienes claman por decir que el fundamento de la vida es nacer, esos mismos son los que callan a la mentira de la vida sin placer.

- En el estrecho contacto personal que las personas tejen sin saber, está la clave del tejido social que se rompe por doquier.

- El amor en los seres humanos es un sentimiento parecido al temor que sienten las demás especies hacia las personas inhumanas.

- El ermitaño es un notario que se le esconde a la sociedad por culpa de la realidad.

- Al ser eremita, no se pierde la capacidad de socorrer a la humanidad, ya que al mantenerse  apartado de ella se aleja la posibilidad de ser contaminado por esta y en esa soledad el ermitaño se esconde de sí mismo para no parecerse a ella.

- Desde el fondo de la razón nos llegan mensajes al corazón que la inteligencia  no siempre capta, es por eso que al amar es el sexo la solución a las palabras que confunden por más intuición que se posea del sentimiento ajeno, aunque tengamos la intención de solo pasar un rato.

- La voracidad por el lucro material se ha incrustado en los genes humanos a tal extremo que el ARN mensajero lleva ahora más mensajes de explotación que de reproducción.

- El agricultor o campesino de hoy es un hombre que labra sin recato la tierra que heredo de sus ancestros, se ha dejado convencer que la puede doblegar y poner a producir a partir de métodos artificiales e invasivos, por lo que la sigue destrozando con sus herramientas de hierro y sus abonos químicos, no está dispuesto a reconocer que el abuso de ellas es un yerro, es así que aun así le sigue cambiando la estructura a los suelos que ha transformado en secos, infértiles y polvorientos pero de los que exige mucho, más después de haberlos estado exprimiendo sin consideraciones ni descanso, esperando y reclamando de ellos opíparas cosechas, mientras que en la cruda realidad, la que oculta o ignora sin cesar, los cultivos que siembra en esa tierra desierta se le mueren, no pueden dar frutos por más titánicos esfuerzos, aunque estos hayan sido condimentados con infinitas esperanzas,  y peor aún, sin siquiera  admitir que lo que debe hacer es cambiar de método.

miércoles, 29 de junio de 2016

¡QUE NOS PASA ¡

¡QUE NOS PASA ¡

Como ciudadano quiero sentar mi más enérgica voz de protesta por la actitud laxa e irreflexiva del congreso, que se supone representa la idiosincrasia de toda la nación, y que estoy convencido que en su gran mayoría no está de acuerdo con la actitud asumida por este con respecto a la ley de ampliación al fuero militar, en una especie de gabela o favorecimiento a los miembros de las fuerzas públicas; con esto me acordé de un viejo programa de humor de la televisión mexicana que se llamaba  “!Que nos pasa¡”,  que pasaban en las noches en nuestra televisión, en donde, en forma burlona, algunas veces, mostraban como distintas facetas antisociales iban haciendo carrera en el comportamiento habitual de las personas, mellando y descomponiendo con ello el tejido social, y digo que relaciono ese programa con la actitud del congreso, pues sinceramente parece un chiste su comportamiento, produce escozor y demasiada preocupación que como sociedad, no seamos capaces de reaccionar a la laxitud moral y ética que desde hace mucho tiempo se ha ido expandiendo a todos los niveles de nuestra sociedad, afectando nuestras creencias, nuestro lenguaje, nuestra filosofía, nuestros negocios, nuestros ideales, justificando, por acción o por omisión, distintas facetas del delito, y peor aún, conviviendo y cohonestando con él..
Y, para mi modesta manera de ver este asunto, lo mismo está sucediendo con el tema del fuero militar y las gabelas que se les quiere dar a los militares y policías en servicio, es un caso patético de descomposición psicológica, filosófica, moral y ética al descubrir con ello la manera de pensar de nuestros dirigentes, el que no podamos hacer diferencias entre delinquir por parte de un ciudadano cualquiera y un ciudadano que ha jurado cumplir normas y preceptos para poder convertirse en representante de la autoridad, es una muestra evidente de descomposición social, el que no logremos ver las consecuencias que se derivan de permitir estos esguinces jurídicos nos clasifica como una sociedad manipulable y hasta despreciable. Acepto que en este tema a estos servidores públicos se les debe mejorar en forma sustancial sus ingresos para, de cierta forma, hacerlos más inmunes a la corrupción y a las "mordidas" de la delincuencia, pero igualmente se debe depurar el ingreso a ella de tanto delincuente camuflado.                                                                                                               Que el poder a cargo de la aplicación y el respeto de la ley promueva la impunidad solo vislumbra más sangre, dolor y lágrimas para esta sociedad invisible y ciega de sí misma.

lunes, 27 de junio de 2016

“La navegabilidad del río Magdalena, ¿un asalto a la sensatez?”



“La navegabilidad del río Magdalena, ¿un asalto a la sensatez?”

Un simple mortal, como yo, no es capaz de encontrar una explicación sensata, lógica o coordinada, distinta a que con el proyecto de “La navegabilidad del río Magdalena”, otra vez nos están metiendo los dedos en la boca, que nos van a robar sin contemplaciones y a dejar empeñados, como nación, quien sabe por cuántas generaciones futuras,  y que como sociedad no encontramos las herramientas para que esto no ocurra ni siga ocurriendo, no reaccionamos a estos hechos que se suceden permanentemente, sin análisis concienzudos y sin resistencia férrea de una sociedad inexistente o indolente, que no es capaz de oponerse como un todo, como un bloque monolítico a estos proyectos monumentales, que disfrazados o vestidos de cierta academia convencen a muchos o distraen el verdadero objetivo que persiguen, que es el robo continuado al vivo bobo.                                             Vistos estos términos, los de la sensatez, los de la lógica, la coordinación o el análisis bajo las concepciones de una persona que piensa que las cosas(obras o acciones) que son para el beneficio general, se hacen para que presten un servicio y para que beneficien a todos y no a unos cuantos, individuos o empresas, que amparados en los paradigmas de la libertad (política, religiosa, cultural o empresarial) solo maquinan las leyes, las normas y los contratos para que rediten a unos pocos; las obras públicas, como su nombre lo indica, tienen que perseguir objetivos comunes y no beneficios individuales, como sería el caso del proyecto “La recuperación de la navegabilidad del río Magdalena” al que quiero hacer referencia.
Hasta ahora las principales críticas al proyecto se han basado en cuestiones técnicas y económicas, como los métodos de dragado que se van a utilizar, la profundidad del dragado, los puertos que se van a construir, del turismo que se va a generar por las obras en las poblaciones beneficiadas por el proyecto, de las fuentes de empleo que se crearan, de los niveles de sedimentación que produce el río permanentemente ajenos a la desforestación de las riberas, de la experiencia de la empresa seleccionada, de los billones de pesos o de dólares que va costar, etcétera, etcétera.                              Sin embargo, entre las criticas conocidas o hasta ahora expuestas, de lo que menos se habla o se hace referencia en este proyecto es del agua en sí, no se hace, o es muy poca la mención a las fuentes de agua con las que el río Magdalena alimenta su curso o alimentara, de cómo él y sus tributarios van a mantener sus recursos hídricos, de cuales campañas o proyectos de reforestación de cuencas hidrográficas anexas al río están en ejecución o en curso de hacerlo, de cuáles son las campañas educativas y sociales que están ejecutando para su recuperación y su protección, de cómo se está priorizando el recurso hídrico sobre cualquier otro elemento, y hasta se habla de modelos de desarrollo o hasta de lo que piensa el papa en Roma.                                                                                Cuando será que Colombia, como un país unido y consiente de sus ventajas y desventajas, entienda de una vez por todas que las riquezas del futuro está en recuperar sus fuentes hídricas, en reforestar sus bosques y selvas, el agua es el elemento del futuro, va a valer más que el oro y no lo queremos entender.                                                                                                                                                Creo firmemente que el error garrafal de este neurálgico proyecto está en empezar por el final, no se puede entrar a solucionar el problema de la navegabilidad de un río, no solo la del Magdalena, si no la de cualquier río, sin garantizar de antemano el colchón natural de absorción que genere el flujo continuo del agua que abastece al río, que son los bosques y selvas, con sus raíces, sus sustratos y su transpiración que producen las nubes para las lluvias.                                                                   Querer mejorarle el dragado a un río que se está quedando sin agua es una estupidez y una locura, este proyecto como está planteado solo va a beneficiar a los ejecutores de la obra.                                                                                                                               

domingo, 26 de junio de 2016

NO HAY MAL QUE DURE CIEN AÑOS, EN NINGÚN LUGAR CON MIEDO, NI CUERPO QUE LO RESISTA EN EL MUNDO DE LOS VIVOS.



NO HAY MAL QUE DURE CIEN AÑOS, EN NINGÚN LUGAR CON MIEDO,      NI CUERPO QUE LO RESISTA EN EL MUNDO DE LOS VIVOS.

Por: Obdulio del Valle


El siguiente relato se lo escuché alguna vez a mi abuela  cuando yo era un niño,  recuerdo que cuando lo  narró lo hizo parecer  más a  un cuento, como si fuera una suposición, un invento, algo irreal, pero que al escucharlo, no dejaba uno de hacerse la pregunta si ese hipotético lugar era o no era real, pues en un momento dado del relato se llegaba a pensar que se refería a una etapa de la historia de alguna región de mi país, que en el caso específico mío podría ser Colombia o cualquiera de los países vecinos.                                                                                      Sin embargo, varios años después quise preguntarle si ese relato fue cierto y que donde había ocurrido, pues no sé por qué diablos me dio por suponer que podía ser  verdad, pero resultó  que  mi abuela se murió en ese preciso momento y ya no estaba para que lo confirmara o lo negara; de todas maneras lo contaba así:
“Hace muchos años, tantos que el tiempo se olvidó de contarlos, existió un lugar en donde las personas que allí vivían, a costa de padecer mucho sufrimiento físico y mental, se volvieron temerosas de todo cuanto sucedía a su alrededor, se volvieron insensibles al dolor ajeno y con ello poco a poco al propio,  así, con el paso de los años, generación tras generación fueron creando una costra de indiferencia a todo lo que sucediera en el ambiente donde reinaba el miedo y la zozobra.
Era tanto el miedo que sentían que toda la esencia de las cosas y los sentidos de las mismas se fueron transformando a tal extremo,  que así fue como las mentiras de tanto decirlas se fueron transformando en verdades y a la gente le daba miedo refutarlas o señalar donde estaba la fuente de esa mentira, así lo supieran.                                                                                                 Por miedo la gente dejo de creer en la otra gente,  creían sentir en los otros a un enemigo, pensaban permanentemente que los otros los querían engañar o los querían dañar.                                                                                        El miedo se enseñoreo de todo el mundo en aquel extraño y remoto lugar, era tanto pero tanto el miedo de la gente que no creían que la autoridad que existía fuera autoridad, la veían más como delincuentes maquinando a favor de grupos o de elites,  no creían que el gobernante de turno fuera el gobernante de la gente sino la ficha de algún movimiento o de algún clan de mafiosos, que el militar no era el militar para el cuidado del ciudadano sino para el beneficio del corrupto, ni que el cura fuera el cura en defensa de los principios de la religión imperante  o que el alcalde fuera el alcalde en representación de la comunidad, esto basado o comparado en la concepción general que la gente tiene de lo que son las funciones de las cosas, como son en la normalidad en cualquier lugar donde esta sea que la verdad es verdad y la mentira es mentira, en fin, que en estas circunstancias nadie en  verdad era lo que era, se habían transmutado en esos seres ambiguos, melindrosos y sin conciencia que siempre estaban pensando que podían ser poca cosa.
Sentían tanto miedo que ya las personas no salían de sus casas, todo el mundo permanecía escondido, encuevado, enterrado, solapado, soterrados en sus mentiras para que la cruda realidad pudiera ser diferente, pero ni así, el miedo fue superando las ansias de una vida libre y distinta, fue tanto el extremismo de la situación que la gente empezó a morirse de miedo ante todo, ante cualquier cosa, ya fuera esta importante o insignificante,  a morir de hambre porque les daba miedo ir a buscar la comida, a morir de sed porque les daba miedo ir a buscar el agua, llegó a ser tan tremenda la sensación de miedo en aquel lugar que la gente le cogió miedo al mismo Dios pues pensaban que él tenía que estar detrás de todo lo que les pasaba, era tanta la angustia y el desespero que no imaginaban o no suponían que fueran seres humanos los malos o los torcidos; ante el panorama que vivían sentían que tenía que ser el mismísimo Dios el que estaba en contra de ellos.
El tiempo con su devenir implacable seguía imparable en aquel lugar, con cada segundo que pasaba se llevaba la vida de alguien injustamente, se llevaba las ilusiones generales, los sueños, las esperanzas, los deseos de todos de una vida mejor.
Nadie hacía nada por cambiar las cosas, el miedo los tenia petrificados en cuerpo y alma y esta realidad parecía que iba a ser así por siempre, pues el tiempo pasaba y con él se acumulaban los años viviendo de la misma manera, la sensación de perpetuidad en la triste realidad amarraba a aquel que tenia deseos de cambio.
Sin embargo la situación comenzó a cambiar cierto día en algún lugar de ese lugar, cuando apareció una persona, era una persona tan normal como cualquiera de nosotros, como tú o como yo, que hastiado de sentir tanto miedo, le dio por imaginar qué pasaría si dejaba de sentir miedo.                                                                                            Y resulto que al dejar de sentirlo, lo primero que descubrió fue que detrás de ese miedo general estaban personas, personas de carne y hueso, personas que como él y como otros se habían decidido a dejar de sentir miedo pero con intenciones distintas a las de la gran mayoría, ellos habían dejado de sentir miedo pero para hacerle sentir miedo a los demás, habían tomado el riesgo de dejar de sentir miedo pero para crearle miedo a los otros.
Orlando, así se llamaba el personaje central de este relato,  empezó a darse cuenta de muchas cosas que los otros por el miedo no notaban.  Lo primero que vio fue que no eran todos los malos o los mentirosos, que la mayoría al igual que él, por no enfrentarse a la realidad del miedo creado por otros, terminaban encerrándose y dejando que los hechos quedaran en manos de esos cuantos, que al descubrir el miedo de la mayoría habían optado por subyugarlos.
Notó de entrada que la verdad seguía siendo verdad sin importar que la mentira que imperaba solo les sirviera a los intereses de personajes malos que así lo querían.  La mayoría, al igual que él, escondidos, preferían vivir indignamente que tener que enfrentar la mentira y de pronto morir por ello.
Al darse cuenta de todo esto, Orlando empezó a comentarlo primero con su familia, luego fue con sus amigos, después lo hizo con los conocidos, comenzó a hablar de esto y de aquello con los vecinos, al comienzo la mayoría lo evitaba, por miedo no decían nada o aparentaban no oírlo ni pararle bolas como dicen en la calle pues pensaban que si lo hacían harían parte del problema general y no de la solución para o de cada quien, que era estar simplemente vivos sin importar el cómo.
Orlando empezó a insistir todos los días, les repetía a cada momento las verdades que él veía y que los demás seguían creyendo que eran mentiras…
-         ¡¿Si supieron porque no llegaba la mercancía al pueblo...?¡, pues porque unos policías bandidos habían colocado un retén en el camino al puerto y se quedaban con las cosas, no era como decía el director de la policía, que las cosas no llegaban porque no las pedíamos, se resolvió luego que varios comerciantes se unieron y se quejaron ante la autoridad superior de la superior del pueblo, ésta no tuvo más opción que actuar y logro detener a los culpables, eran unos malos policías no una maldición contra el pueblo como lo pregonó el cura…¡.
Decía estas y muchas otras cosas, los que lo escuchaban parecían no querer prestarle atención y solo atinaban a pensar que iban a matarlo por ser tan bocón, o que si tanto hablaba o se quejaba debía ser porque quería parte del negocio, de todas maneras él continuaba con sus comentarios y certezas.
-         ¡¿Si se enteraron...?¡, los dos muertos que aparecieron flotando en el rio y con los rostros irreconocibles, no fue que los mató una fiera o un fantasma, no señores, eran los hermanos  González, los mató el vecino, don Israel, hermano del presidente del concejo, dizque por quedarse con sus tierras…¡.
Volvía e insistía, seguía mirando lo que los otros no querían ver, se seguía enterando de asuntos que los demás querían ignorar o no se atrevían a enfrentar.
-         ¡¿Se dieron cuenta...?!, los animales que se le morían a doña Leticia, no era porque estuvieran enfermos o malditos como comentaban los demás, o como resaltaba el cura, que se le morían porque alguna culpa debía. No señores.!, se morían porque don Pedro, el hermano del Inspector, se las envenenaba pues como la pretendía y ella lo ignoraba y lo rechazaba, él comenzó a presionarla y a intimidarla para lograr doblegarla….
Así,  todos los días parecía la conciencia de la sociedad ciega en que sobrevivía, o pretendía ser los ojos de la misma. 
 Sin embargo, sin proponérselo, con ello fue logrando que otros empezaran a mirar lo que parecía invisible, logro que muchos se empezaran a atrever a decir las cosas y a comentarlas…
-         Sí, Orlando, fueron el alcalde con el Inspector de policía los que me quitaron las dos novillas dizque porque yo se las había comprado a un precio irrisorio al señor Fermín. Que día estaba yo en el bosque junto a mi tierrita cuando los vi que montaron las reses a una barca y se las llevaron por el rio, al otro día, cuando mande a mi hijo a poner el denuncio y ellos vinieron a revisar, dijeron que el rio había crecido tanto que se las había llevado, que se habían caído y ahogado. Yo no quise decir nada para no meterme en problemas…
-         Es verdad, Orlando, yo sé que mi hermano es gay y ha estado saliendo con el cura, lo he visto llorar por él, además los he visto estar juntos pero no en confesión, sé que se quieren así el cura diga en público otras cosas, así aparente otras cosas….
Las personas poco a poco se fueron atreviendo a decir lo que veían, el miedo en que vivían se fue superando, la sensación de poder arriesgarse fue motivando cada día a más personas a hablar, sin importar que tanto afectara esto a los delincuentes, sin colegir la reacción de estos a esta nueva situación.
De repente y sin previo aviso el trágico día que todo el mundo esperaba apareció, el miedo volvió a invadir las emociones y sentimientos de la gente de ese lugar, cuando se enteraron que Orlando había sido asesinado el poco impulso que la verdad había ido ganando se detuvo en seco, el silencio cubrió de mutismo todo aquello que se quería escuchar, la oscuridad inundo a la claridad de nuevo, el desengaño doblego la poca confianza que se había logrado generar, la seguridad se escondió nuevamente en el más profundo abismo de la mente y la razón colectiva, pues quien más iba a ser el osado tonto que saldría a la palestra a decir “aquí estoy yo que sin miedo a lo que me pase soy capaz de decir lo que los demás callan..¡”
Cuando mi abuela llego a este punto del relato, creí hacia mis adentros que la historia era igual al continuo devenir de mi país,   pero solo fue un instante, porque luego cuando continuó supe distinguir que la historia había sucedió en otra parte muy distinta….
-         Cuando la noticia del asesinato de Orlando permeó toda la conciencia general de la sociedad de ese pueblo, se generó inmediatamente una reacción en cadena colectiva, sin que nadie convocara a nadie fueron saliendo varias personas a recoger la posta, la gente empezó a salir a las calles a respaldarlos, iban en un silencio más pesado que una montaña, era tanta la indignación que las palabras no se necesitaron para expresar lo que se estaba sintiendo, sin que nadie lo solicitara o lo exigiera esta reacción conjunta les creo tanto miedo a los delincuentes que calladamente, en un silencio sepulcral fueron saliendo de sus ratoneras, huyendo en desbandada, eso sí llevándose consigo las riquezas no reclamadas y dejándole a la gente la conciencia, la moral y la ética mancillada mas no desterrada, muy por el contrario, a raíz de todo esto volvió a crecer en aquel lugar  la sencilla convicción que era preferible ser digno de estar vivo por el esfuerzo de buscar la felicidad en este mundo, que tener que esconderse por miedo a asumir la responsabilidad general y colectiva, y con ello dejarle  el camino libre a los que osan tomar la innoble manera de vivir como rémoras y parásitos de una sociedad conformada por eternos individuos inocentes, que por eternos egoístas e ignorantes terminan convirtiéndose en  eternos  perdedores por melindrosos y cobardes de asumir el papel del hombre común y no ser a imagen y semejanza del Dios que los tortura”.


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EL CULTIVO DE LA CAÑA DE AZÚCAR EN EL VALLE DEL CAUCA, UNA BENDICIÓN PARA UNOS POCOS Y UNA MALDICIÓN PARA TODOS

EL CULTIVO DE LA CAÑA DE AZÚCAR EN EL VALLE DEL CAUCA, UNA BENDICIÓN PARA UNOS POCOS Y UNA MALDICIÓN PARA TODOS.

El Valle del Cauca es poseedor de unos suelos que pueden ser considerados de los mejores del mundo, por lo tanto, en sana lógica, debieran estar dedicados a una variada y rica agricultura, pero que Colombia, en su desidia e ignorancia, los está desperdiciando y destruyendo.                                                         En la parte plana, que consta de unas 300.000 hectáreas, hay unas 80.000 con problemas graves de salinidad pero que pueden y deben ser recuperables ( no sé, de esta cantidad, cuantas han sido aportadas por el cultivo de la caña), por lo que la cifra a considerar son una 220.000 hectáreas aptas y disponibles, pero que están sembradas hoy, en un 90%, en el monocultivo de la caña de azúcar, sin considerar que estas tierras están conformadas con suelos de clase agro-geológica I, II, III y IV, pertenecientes a los órdenes inceptisoles, molisoles y vertisoles que se caracterizan por ser suelos que tiene capas agrícolas que van de moderadamente profundas a profundas, con texturas que van de francas a franco-arcillosas hasta arcillosas, con niveles de retención de humedad que van de medianos a buenos y con niveles de fertilidad de medianamente a altamente fértiles, mejor dicho, de los mejores del mundo. En este punto me gusta rememorar un acontecimiento sucedido en el 82, un año antes de graduarme de agrónomo, cuando a la Universidad Nacional de Palmira fue de visita el que en ese entonces era el ministro de Agricultura de Israel, y en su mal español nos decía, medio en chiste, que ojala la tierra prometida hubiese sido el Valle del Cauca y no Palestina para poder ser ellos los mayores productores de alimentos del mundo y así repetir el ejemplo del milagro del mana cuando el pueblo judío vagaba en el desierto.                                                   El asunto es que ya desde esa época se hablaba de que la caña es un cultivo altamente dañino para los suelos pues estos son sometidos a permanentes lavados, por lixiviación, corriendo el riesgo inminente de salinizarlos o alcalinizarlos, dependiendo de la calidad del agua, esto como consecuencia de los altos niveles de riego a que son sometidos, igualmente, que es un cultivo voraz con el recurso hídrico, ya que hace uso de niveles exorbitantes de agua no solo para la parte agronómica del cultivo sino en la parte industrial, al extremo que han ido apropiándose y quedándose con las mayorías de las fuentes hídricas del Valle del Cauca; los mayores de edad hemos sido testigos de cómo se han ido secando los cauces de innumerables ríos y quebradas en el área de influencia de este cultivo, podríamos dar como ejemplo los casos del rio Tuluá, el Guadalajara, el Bolo, el Sabaletas, el Fraile y tantos otros convertidos en simples zanjas de drenajes de los Ingenios, y la lista es muy larga, sin embargo, un gremio poderoso como el de los azucareros, no solo con el poder de lobby que tienen en el congreso sino en la misma sociedad, han logrado, a partir de medias verdades y grandes mentiras generar un escenario de crisis que no es tal, como cuando insinuaron y lograron acabar con el empleo de los corteros de caña para imponer el corte mecánico y crear allí sí una crisis social que debió asumir el resto de la sociedad .
Quiero aportar estos comentarios a propósito de las opiniones alarmistas de los cañicultores, que fueron difundidas en los últimos días por la prensa,  expresadas estas a través de uno de sus directivos, quejándose sobre los bajos precios del azúcar en los mercados internacionales, donde sutilmente empiezan a presionar para obtener beneficios, quizá subiendo todavía más el precio interno de este producto, ya que se quejan ellos que estos no alcanzan ni para cubrir los costos de producción, sin considerar ni advertir a los lectores de esta noticia, que a la par del negocio del azúcar estos tienen el monopolio de un negocio gigantesco, monumental, enorme, colosal, hecho a la medida y en exclusiva para ellos, para hacerlos más ricos y más poderosos, como lo es el del alcohol carburante, en el que el galón de alcohol se reconoce a precio del galón de gasolina, y donde igualmente han logrado que el precio interno de la libra de azúcar sea casi el doble del valor que en el mercado internacional.  Ante estas quejas desproporcionadas o abusivas es un buen momento para revaluar la ubicación de este negocio o cultivo que está poniendo en grave riesgo unos suelos que son o deben ser para el beneficio general, el de toda la sociedad, por muy de particulares que sean las tierras, pues este cultivo va a acabar con un patrimonio nacional sin ninguna contraprestación de aquellos que los están usando, usufructuando  y acabando y que deben, tienen y pueden trasladar y desarrollar en suelos más pobres.
¿Sera que no somos capaces de entender el tamaño de esta pérdida para las generaciones venideras, o no nos importa?

sábado, 25 de junio de 2016

LAS PESTES

LAS PESTES

Una peste misteriosa y sigilosa se expande por doquier, y con ella la humanidad se extingue sin querer.                                                                                                                                                         Gloriosos profetas, indilgando culpas a diestra y siniestra, le gritan a la gente por los pecados que cometen diariamente, como si fueran estos pecados, los de estos pobres infelices, la fuente de esta purulenta peste.                                                                                                                                     Con cada milésima de segundo que pasa, la muerte, madre de la peste, explota en cualquier parte de este mundo, llevándose con ella millones de seres vivos, que se creían inmunes o ajenos a ella.           Mientras tanto, hay humanos que miran con desprecio la evolución natural de esos seres invisibles, reconociendo todos, sin pensarlo ni quererlo, que en ese desprecio permanente está el secreto donde se pierde el esfuerzo universal por llegar a la ciencia y al conocimiento que enderece este mal camino.                                                                                                                                       Ignoramos que, con estos acontecimientos, seguiremos suponiendo torpemente que ante la eminente hecatombe ambiental que nos tiene al borde del final, y actuando como en un cómic  muy jocoso, tendremos el amparo de los Dioses poderosos, esos que son imaginados por tantos y que nunca ha sido solución para nadie, dejándonos así en las manos de esta ruleta rusa, la de una nada existencial para el futuro general;  importarnos un carajo que con estas posiciones se corrompan o erosionen las bases de la vida en general, y que ante el mortal ataque que comandan las ficciones que propagan las religiones, organismos vivos más letales que los microscópicos virus, seremos inmunes a los horrores que parimos y que prolongamos por siempre.


COLOMBIA, EL PAÍS DEL SAGRADO CORAZÓN Y LAS BUENAS INTENCIONES

COLOMBIA, EL PAÍS DEL SAGRADO CORAZÓN Y LAS BUENAS INTENCIONES

Sinceramente se cansa uno de escuchar, ver, leer y de creer en tantos anuncios y noticias que se dan en Colombia intentando mostrar una cara de reacción inmediata al desastre ambiental con la creación de numerosos parques naturales, con la expedición de cientos de leyes o normas ambientales para la protección de la naturaleza, o de la difusión con las miles de campañas publicitarias, lo más de ingeniosas o hermosas, sobre cómo ya estamos protegiendo a la naturaleza y al medio ambiente, cuando la cruda realidad es que las leyes del mercado, la oferta y la demanda de bienes y capitales o el enriquecimiento personal como fundamento sobre todas las cosas, tienen más valor o razón que las leyes de protección a la vida y la naturaleza, pues la destrucción masiva y permanente de nuestro entorno así lo confirman, esté uno en Cali o en Riohacha, en Leticia o Bucaramanga.
Desde el otrora hermoso valle del rio Cauca, hoy convertido en cañaduzal, les describo la visión de lo que veo hoy; un extenso y fértil territorio convertido en el monocultivo de la caña de azúcar, condenando con ello, quien sabe por cuántos años más, a gran parte de los mejores suelos de Colombia con un manejo agronómico absurdo, por la calidad de suelos que son.  Estos suelos, en una sociedad más capacitada para entenderlo, deberían ser la fuente de miles, sino millones, de empleos, primarios para obreros rasos y especializado para personal capacitado para  transformar la materia prima; ser un manantial de alimentos, el renacer de las huertas, los frutales y las despensas de la patria, por lo que no se debería permitir este manejo al que están siendo sometidos.  Cuando no son lavados permanentemente con aguas de riego tomadas de los ríos súper contaminados o de los miles de pozos que resecan los acuíferos, son sometidos a quemas infames, pues es sabido que este cultivo, el de la caña, necesita, para su crecimiento en campo y en el proceso industrial, gigantescas cantidades de agua, y todo esto se empeora aún más si a la vez se practica la terrible costumbre de las quemas antes de los cortes.                                 Estas siempre se han  justificado porque beneficiaba a los coteros, trabajadores de campo hoy en extinción, y porque igualmente aumentaba el nivel de sacarosa, incrementando así la cantidad de azúcar en el tallo de la caña, pero la realidad es que con este manejo se está destruyendo poco a poco la capa superficial de los suelos, desertizándolos y erosionándolos, y a la vez convirtiendo a los pocos ríos que aún existen en meros canales de riego, y a nuestras aguas subterráneas en las fuentes de donde los ingenios azucareros toman esos recursos hídricos.
Pensaría uno, como un simple ciudadano o como un iluso, que esta agroindustria está realizando acciones concretas para proteger a los habitantes de la región y a la vez para proteger y mantener los ríos y demás fuentes hídricas de su negocio, sin embargo, aquí en el Valle, no se sabe ni se conoce de ningún proyecto a gran escala, que sea liderado por la industria azucarera y menos por el Estado, que este propendiendo por la protección y conservación de las cuencas hidrográficas de los ríos de la región, que con el paso inclemente del tiempo y de este absurdo manejo, son cada vez menos.             Somos un país de muy buenas intenciones pero sin soluciones concretas, y para completar la inoperancia, pensamos que consagrándonos al “sagrado corazón de Jesús” logramos el milagro de hacer lo que no podemos con la lógica de actuar bien.

LOS MENSAJES DE LOS HECHOS

LOS MENSAJES DE LOS HECHOS

Los hechos hablan por sí solos, son como flechas envenenadas que se clavan en los corazones henchidos de aquellos seres obnubilados por una superioridad ficticia, generada ésta en las mentes que no analizan más allá de sus trabajos programados.                                                                       Son millones de hombres y mujeres autómatas, que como hormigas se apiñan alrededor de nidos infernales, a los que llamamos ciudades a cosas parecidas, esperando con ansias enfermizas el próximo mensaje de un líder o un mesías que les diga en quien creer, a quien seguir, a quien odiar o a quien matar, sin considerar siquiera que el planeta que habitan, mientras tanto, se deshace en la anarquía que subyace a tanta ignorancia.

LOS MISERABLES

LOS MISERABLES

Los miserables van llorándole a la vida y al mundo sus desgracias, unos, los desposeídos, porque nada tienen y algo quieren; los otros, los avariciosos, porque todo tienen y quieren más.


Los orfebres de la vida

Los orfebres de la vida

 La construcción de una verdadera relación humana, donde el amor sea el principio regidor, que convoque las mismas ideas, que involucre hasta el paroxismo del coito a los cuerpos, es toda una filigrana de paciencia y emoción.                                                                                                               Somos como aquellos maestros de la fina orfebrería, que hilando poco a poco, que tejiendo con esmero cada fibra de una sensación con los sentimientos que entrelazan a dos corazones, generan nuevos tejidos, que primero son conceptos, que finalmente son preceptos para enfrentar los retos de una vida idealizada, que entre decisiones equivocadas nos entregan programadas y que aceptamos como autómatas; es como el tendón de un atleta, que en su mayor esfuerzo se tensa, se estira, y cuando hace la máxima extensión se revienta en el intento, desarrollando en él una frustración tan gigantesca, que solo el deseo del amor apacigua.



LOS RECUERDOS QUE SE PIERDEN

LOS RECUERDOS QUE SE PIERDEN

Los viejos nos estamos quedando solos y perdiendo en la espera de la muerte el sentido de la vida, se nos están muriendo poco a poco las memorias, nos parecemos a un almendro cuando muda sus hojas viejas y deja al descubierto el tronco y sus ramas como un esqueleto solitario, por eso olvidamos sin mesura los sucesos y personajes que disparaban los recuerdos, y sin ellos la memoria no tiene tiempo para repasar la historia individual, que así parece un escaparate vacío.                                                   Los hijos del ahora, globalizados y atrapados en los confines de una vida virtual, no requieren de la experiencia general, la que se va perdiendo cuando estamos tan cerca cada uno del final, por lo que con ello renuncian a aprender y se acostumbran a perder.                                                                         Ojala alguno en el futuro pudiera levantar los ojos de la hipnótica mentira, despegarse de la pantalla que les dice que hacer, para que cuando lo puedan realizar, encuentren los datos del por qué todo sigue mal.

Los recuerdos son fantasmas

Los recuerdos son fantasmas

Segundo a segundo se acumula el tiempo en el mundo de los recuerdos, ya sean estos los de un individuo, un grupo familiar, un país, o hasta los de la conciencia universal, convirtiéndolos en un amasijo sin forma ni sentido, es como si de repente naciera un engendro, un agujero negro desmemoriado, un fantasma del destino humano, toda una desventura, donde muchos seres humanos hemos ido perdiendo la noción de instantes de existencia pasada, que desaparecen de la memoria, lentamente; muchos de esos sucesos, que en otros momentos fueron novedosos, emocionantes, vitales, curiosos, educadores, deliciosos, penosos, comprometedores y hasta perniciosos, hoy, son meros reflejos de anteriores emociones pero que solo retornan a la galería de los vividos recuerdos cuando los protagonistas, si aún viven, se reúnen de improviso, sin propósito distinto.                           Entonces claman los seres muertos a los vivos sus instantes, exigen a los recuerdos su importancia, un segundo de tiempo vívido que renace por un olor o por un sonido, una foto vieja que trae a la memoria un sentimiento, ya fuese de amor u odio, son ejemplos de los miles de momentos que se pierden en los vericuetos de los cerebros viejos, cansados y muy poco usados, como nosotros.


LOS SECRETOS DE LOS ZOMBIS

LOS SECRETOS DE LOS ZOMBIS

Los secretos siempre han dominado la evolución humana, son los canales microscópicos que drenan la razón, es por ellos que, como vericuetos desconocidos por el individuo del común, el conocimiento escapa a la verdad para hacer de la mentira la base en que se sustenta toda la sociedad.                                                                                                                                                               Por eso los ingenuos y los ilusos se deslumbran fácilmente ante una lengua locuaz que sea capaz, a partir de una idea falsa, crearles un universo fantástico,  no les importa si la cruda realidad se desarrolla en un caldo de cultivo que multiplique los problemas en que viven a diario, es que no han podido comprender que venimos siendo alimentados por las mentiras que se inventan a cada segundo los dueños del poder, y así han logrado interferir en la imaginación moldeable de la mayoría, en la que han introducido e inventado el mundo invivible donde como zombis todos repetimos y decimos que queremos existir.


PARA EL HIJO TRISTE

PARA EL HIJO TRISTE

Tengo un hijo, al que llamé Santiago porque me creí iluminado en ese santo día de mi vida,  y al que veo ahora que va por el mundo desparramando su vida con desparpajo, aunque a veces se siente triste y le pide a esta más de lo que le puede dar, entonces se pone bravo porque no quiere limites a su destino inmediato.                                                                                                                                   Él se ha acostumbrado al tiempo rápido, a la vida fácil y al esfuerzo perdido en una maraña de mentiras sigilosas.                                                                                                                                       Sé que intenta descifrar, entre los muñecos construidos por la ampulosa publicidad y atiborrados con los mensajes cifrados de mentiras permanentes, una verdad que le convenga y lo convenza, para que con eso, quizás, todo vuelva a empezar a pesar de su pesar.

SUFRIR PARA VIVIR FELIZ

SUFRIR PARA VIVIR FELIZ

Camino por las sombras de tu luz sin que mis huellas lleguen a ti, intento separar mi oscuridad del brillo de tu amor, pero la vida no deja de enseñar que de ese amor parte el dolor que le da sabor a la existencia y con ello a la persistencia en el sufrir, porque la vida sin dolor es como un parto sin parir nada a cambio para llegar a ser feliz.


¡TENEMOS QUE CAMBIAR DE ACTITUD!

¡TENEMOS QUE CAMBIAR DE ACTITUD!

Es desconcertante ver la desidia de toda la humanidad, con sus dirigentes a la cabeza, en el tema del acelerado deterioro ambiental y la poca o ninguna reacción de las sociedades a estas inoperancias. Notar por ello como pasan los años, demasiados para la gravedad del asunto, sin que se haga algo de peso que cambie esta tendencia, es así como nos hemos conformado con hablar, analizar, estudiar, evaluar y cuantificar las consecuencias de esos malos manejos, así se viene haciendo en Colombia y obviamente en el resto del mundo, hablando de las consecuencias nefastas que tiene el desarrollo descontrolado de la humanidad sobre la salud del medio ambiente y por ende de la tierra, pero de allí no pasamos.                                                                                                                                            En este asunto no ha importado el sistema político- económico en que se viva o trabaje, comunismo o capitalismo, ya que el fundamento en los dos sistemas y en todas las variables que se han dado de los mismos, ha sido el mismo, el mayor beneficio posible para las sociedades humanas a costa de la desaparición de las demás especies y recursos. Pero aún con este conocimiento, hasta ahora, no ha sido suficiente para corregir nuestra actitud, como tampoco lo ha sido la cruda realidad que muestra un panorama de desolación del planeta a causa de esa depredación sin ningún tipo de consideración distinta a los rendimientos económicos, realidad y actitud que poco a poco ha ido dejando para los parques naturales o para las postales los últimos vestigios de bosques y paisajes donde aún primen los árboles, la fauna y las fuentes de agua; es decir que hasta ahora lo único que ha importado es la explotación máxima de los recursos naturales como fuente de riqueza con la mayor rentabilidad posible, sean estos recursos minerales, vegetales, animales o humanos, por parte de aquellas naciones, empresas o personas que demuestren o impongan su propiedad, no importándonos al resto como lo hayan hecho, pero en la aldea global en que nos hemos convertido eso hoy ya no es posible sin que el resto nos demos cuenta, ahora estamos conociendo permanentemente de primera mano, a raíz de los avances democráticos y tecnológicos de los medios de comunicación, las noticias que a diario nos muestran las pruebas y las consecuencias de esa sobreexplotación.   Lo absurdo es que se siga sin reaccionar a gran escala como lo amerita la situación, solo es ver el estado lamentable de todos los ríos de Colombia cada vez que aparece un verano, con Niño o sin él, y que todas las veces ocurran los mismos incidentes sin que los Estados hagan lo que tienen que hacer, en nuestro caso el colombiano, o sea que sean los garantes del bienestar de sus habitantes, haciendo valer, con la protección de las mínimas condiciones ambientales, que debieran ser siempre las máximas, el beneficio general sobre el particular y así garanticen la recuperación y la protección del ambiente reforestándolo para que se permita la supervivencia de todas las especies, incluido el ser humano. 

UN AMBIGUO CONCEPTO DE LA MUERTE

UN AMBIGUO CONCEPTO DE LA MUERTE


La muerte no es precedente de nada finito, es apenas la prolongación del infinito universal, ese lugar desconocido y despreciado donde la nada general se alimenta de las almas individuales, organismos que son estructuras metafísicas, invisibles y moldeables, construidas con base en  personajes inseguros que se llenan de motivos personales para desconectarse de la realidad a fin de perseguir una ilusión, abstracta de por sí,  que se engulle en ese intento a un gigantesco ejército de irresolutos, de incapaces, conformado por millones de individuos temerosos de sí mismos y que han sido convencidos que por serlo nada valen.                                                                                                      
Es por esto que, cuando el sentido de la buena vida está perdido en un marasmo de buenas intenciones y de malas ejecuciones de nosotros los humanos, hemos creado con este intento un monstruo horroroso, uno que está escrito en nuestra sangre con códigos, decretos, normas y leyes sigilosas y tenebrosas, plasmadas en libros que decimos son sagrados.                                                   Paralelo a esto nos hemos desarrollado como sociedades pero, ambiguamente, en conjunto actuamos como individuos ciegos de egoísmos, haciendo una pésima imitación de malabarismo existencial con una falsa creación donde decidimos ser una imagen exacta de Dios, ese sagrado personaje para muchos, pero que para desgracia de todos los demás siempre ha sido sinónimo de destrucción así lo pretendamos justificar como lo más grande de la creación; y es entonces que a partir de esto edificamos un concepto que volvimos sueños irrealizables, mientras tanto con tantas utopías y falsas ambrosias la verdadera vida se extingue en proyectos desastrosos y en realidades miserables.

   

A UN ARTE CUALQUIERA

A UN ARTE CUALQUIERA


Venimos viendo como los gobiernos se enquistan en el arte de la corrupción, reparten como arte lo general en lo particular, cebando a pocas familias a costa de la vida de los que esperan un poco de consideración, como aquellos que han servido de bagazo a las máquinas de la eterna revolución.                                                                                                                                                                   Fallecen en centésimos segundos seres humanos por millones, de esa sangre resplandece un arco iris de dolores que se apagan con anuncios publicitarios  de luces multicolores, demostrándonos sin pena que en esta triste Tierra no sucede nada malo.

UN COLOMBIANO MIRANDOSE AL ESPEJO EN LA CASA DE VALLEJO

UN COLOMBIANO MIRANDOSE AL ESPEJO EN LA CASA DE VALLEJO


Según Fernando los colombianos somos seres extraños, bipolares como nos dicen ahora, no hace excepciones ya que todos crecemos con las mismas tradiciones, no importa si eres diferente, de la alcurnia, un indigente o un demente, vivimos como personas pusilánimes y temerosas a costa de creer que la letra con sangre es la que realmente debe entrar en la conciencia del que tiene que temer,  para él y para muchos somos meticulosos, maliciosos, rencorosos  y religiosos, tahúres con nuestro destino, preferimos delegar que ejecutar, no asumimos responsabilidades, esas se las dejamos al azar porque aquí soñamos con parámetros distintos, aquí no vale el esfuerzo, ni personal ni general, lo que vale es el camino fácil, ganarse una lotería, heredar de un familiar rico, ser ladrón de pacotilla, un sicario o ser un capo de lo que sea, ojala político corrupto o tal vez presidente inepto pues eso es lo que da rédito, por eso cree él  y yo también que somos poco solidarios, y lo somos si nos regalan algo, si nos convoca Julio o nos ayuda Julio Mario,  estamos pendientes de los errores del contrario para resaltarlos o para restregarlos y así echarle sal en las heridas, si las hay,  vivimos absortos a nuestro clan o en nosotros mismos, el egoísmo nos desborda, tanto blancos, indios o negros nos odiamos en extremos, somos disfuncionales, oscuros y matizados de inocencia, pues por otro lado somos acomplejados, creemos que los otros son los culpables de todo lo malo que nos ocurre mientras existimos en esta tierra de redomados cretinos y a la vez actuamos como estúpidos consumados ya que estamos pendientes, ingenuamente, del milagro que le cambie el rumbo a todo lo malo o bueno que nos pueda estar pasando.



Un grito silencioso

Un grito silencioso

Convencido que la opinión de un simple ciudadano colombiano del montón, como yo, no clasifica para ser tenida en cuenta en la generalidad, a la par, enterarme de lo que sucede en el mundo al amparo de una óptica imparcial y liberal, así y todo me arriesgo a enviar mi humilde opinión del momento histórico por el que estamos pasando actualmente, con las conversaciones y posibles acuerdos de paz con los grupos insurgentes más representativos de nuestro país con su actual gobierno, y por su medio con las élites.                                                                                               Por eso, lleno de una falsa representatividad, me apropio de una vocería que ni quiero ni me han entregado pero que no, por eso, me impide expresarme para decirles que los ciudadanos en Colombia estamos viviendo, a manera de símil, como el jamón de un sándwich del que se alimentan las clases dirigentes, representadas por los partidos políticos por un lado y la delincuencia en general por el otro, somos una sociedad donde la legalidad no tiene ningún mérito distinto a nuestra propia tranquilidad de conciencia por no actuar como tales, por eso quiero dejar constancia que las dudas que la ciudadanía tiene de esos diálogos es por lo anterior expuesto, porque es un dialogo entre sordos que solo conciben a sus compatriotas como botín de una guerra de capitales, que lo único que buscan es la teta que les alimente la insaciable hambre por tener más que los demás ya sea por medio del atraco permanente o por medio de impuestos asfixiantes.                                                                    Los ciudadanos colombianos, y pienso que del mundo en general, estamos hastiados de ser mal gobernados, lo que estamos necesitando es más ecuanimidad y equitatividad en las decisiones generales, necesitamos que los gobiernos dejen de creer que el capitalismo salvaje se autorregula con las leyes de las ofertas y demandas de los mercados, y menos cuando el espejo del éxito personal es la riqueza individual, y actúen de acuerdo a la realidad y no con la teoría que explica y justifica los horrores que estamos viviendo.                                                                                                            Con tanto conocimiento y con tantos medios de comunicación en manos de los hombres es increíble que sigamos siendo gobernados por individuos que solo buscan sus propios beneficios, la tarea actual de todos los ciudadanos del mundo, con ustedes a la cabeza, es no permitir que se siga con el absurdo de buscar la riqueza personal sobre la riqueza general, la actual misión es protegernos todos de aquellos pocos que por sus ambiciones individuales nos conducen raudamente a la extinción de todos.                                                                                                                                                      En la modesta ilusión de que este grito sea escuchado por ustedes, es para decirles que un sitio geográfico mágico, como Suramérica y entre ellos Colombia, donde están ubicados tantos recursos hídricos y de fauna animal y vegetal, no puede seguir expuesta a esta destructiva depredación en manos de unos pocos para desgracia de todo el planeta, nuestro proyecto puede ser el modelo para que el capitalismo se apropie de principios socialistas donde los beneficiarios sean la humanidad y las demás especies, las que quedan.

UN POBRE HOMENAJE A UNA MADRE QUE SE PIERDE EN EL SILENCIO

UN POBRE HOMENAJE A UNA MADRE QUE SE PIERDE EN EL SILENCIO

Afloran muchos recuerdos, en estos precisos instantes, cuando cansada de vivir pareces estar a punto de desfallecer y entregarte en los brazos de la muerte; te ves mal aunque dicen que estas bien, es por esto madre, que en el intercambio de nostalgias que aparecen en estos momentos tristes y claves, resurgen con ellas los etéreos recuerdos de cuando el amor de crianza que impartías, sin convicción, era el indicio de un futuro calmado y provechoso, igual sucedía dentro de las cuatro paredes del hogar, allí donde las compañías de las hermanas y hermanos crecían dejando a veces recelos por no ser amistosas ni cariñosos, pero entonces las esperanzas de nuevas aventuras y mejores relaciones jalonaban sin mesura las acciones que hoy nos hacen lo que  somos.                                                       Por eso, con tu muerte, se avecina el final de un intercambio que parecía eterno, el de los recuerdos de los momentos felices contra la sensación de vacío y tristeza que producen las heridas de la vida, y sin el amor comprensivo que nos depara la presencia constante de una madre, es por este confuso sentimiento que, como en la búsqueda permanente de la fuente de la felicidad eterna, buscamos con ahínco el amor eterno en el silencio que nos dejan las partidas de los seres queridos.

  

UN RECLAMO DE AMOR

UN RECLAMO DE AMOR

Hoy le pido al corazón que encuentre la razón del por qué la ilusión de ser feliz contigo se desvanece en el impulso del intento de amarte.                                                                                                     Por eso aunque me digas sin rubor que te abriste a mí en el instante en que creí que todo era normal, sin embargo la verdad, marcada con maldad, me volvió a confirmar que ese sentimiento entre los dos se fundamenta en la mentira de sentir algo portentoso, lo que algunos llaman amor, cuando en el fondo de ese amor no existe nada.


UN RECUERDO ENERVANTE

UN RECUERDO ENERVANTE

Cuando en las noches silenciosas el sonido perdido de tu voz invade mis memorias, mi piel, escenario del placer, restringe sin confianza las emociones que fluyen por las sabanas calientes de la cama, haciendo del acto de amar a una mujer, distinta a ti, un fiasco capaz de enervar al peor amante.


UN REFLEJO DE LA TELARAÑA HUMANA

UN REFLEJO DE LA TELARAÑA HUMANA

Cuando me cruce con Luis, mi vecino, le pregunte por preguntar, ¿buenos días vecino, cómo estás viendo las cosas?, sin esperar una respuesta distinta a “todo bien, regular, o en ultimas, mal pero haciéndole por los laditos”, como respondemos la mayoría para no tener que enfrentar una conversación larga, pero resulto que Luis estaba más trascendental de lo habitual, por lo que me respondió a esa sencilla pregunta de saludo protocolario con más preguntas, ¿a qué cosas te referís, hermano, la economía, la vida, el medioambiente, o qué?, algo sorprendido, solo atine a decirle que a todo, iniciando así un extraño dialogo, que se extendió por varias horas.                                                 Finalizada aquella charla, nos dimos cuenta de las coincidencias en nuestros conceptos, que después de más de 20 años de convivir en el mismo Conjunto residencial no sabíamos que teníamos, lo que nos hizo conocernos un poco más allá de los saludos diarios de los buenos días de cada día.                                                                                                                                                               Las conclusiones que saco de aquel extenso dialogo, es que como individuos, que vivimos en sociedad, no sabemos lo que representa ni significa la palabra sociedad, y que esta, comparada a una telaraña, se ramifica en infinidad de hilos, que al hacerle un seguimiento a cada uno de ellos, sé descubre, al final, que se concatenan unos con otros, así, por ejemplo, lo mismo sucede con sociedades como la bogotana, la antioqueña, la vallecaucana, la colombiana, la suramericana, la americana, la mundial, hasta la universal, parecen todas tan lejanas, tan distintas, pero todas se conectan; sabemos que tenemos conexiones, que aunque parecen invisibles, allí están, pero actuamos como si no lo supiéramos, como simples espectadores individuales, creyendo estar desconectados de los acontecimientos diarios que suceden por millones, y sin tener la más mínima injerencia sobre las decisiones que se toman sobre estos,  para que luego, nos afecten a todos.                                              Esta telaraña comienza con hilos invisibles para la mayoría, pero que se generan con pequeñas acciones, pequeñas decisiones generales, que se dejan en manos particulares con criterios individuales, ya sea en nuestro conjunto residencial, en nuestro barrio, en nuestra comuna, en nuestra ciudad, y así sucesivamente, esta telaraña es infinita, pero, como dice un refrán muy popular, “no hay peor ciego que el que no quiere ver”, lo mismo nos ocurre como seres sociales si no somos capaces de vislumbrar aquellos hilos invisibles que nos unen a las decisiones que algunos pocos toman a nombre de los demás.                                                                                                                                Últimamente se habla mucho que, en ésta, la era de las comunicaciones, se están haciendo visibles estas situaciones, volviendo conscientes a los individuos de que esta condición no se puede sostener más, que sí no actuamos de inmediato, el futuro de la humanidad se está jugando en las mentes y en los bolsillos de unos cuantos, que por el afán de lucrarse, están convirtiendo al planeta Tierra en un infierno cuando no es un matadero.                                                                                                           Como humanos venimos creyendo y aplicando el concepto de que somos imagen y semejanza de dios, actuamos como individuos-dioses, vengativos y crueles como el dios católico, o como el dios musulmán, tercos, egoístas y ciegos, o como el dios judío, materialistas y selectivos, o de los dioses hindúes que denigran y esclavizan, y así, actuando como dioses, llenos de soberbias, vanidades, venalidades y banalidades, hemos tratado a todo lo que nos rodea, transformando las leyes de la vida en un simple negocio, donde el que más gana es el más cruel, y esa no puede ser nuestra consigna ni nuestra ruta.

“UN MANIFIESTO Y UNA CONVOCATORIA POR LA NATURALEZA”

“UN MANIFIESTO Y UNA CONVOCATORIA POR LA NATURALEZA”

Sin más preámbulos quiero manifestar mi más enérgica protesta contra el Estado Colombiano, contra los gobiernos de turno y contra toda la sociedad, pues increíblemente, por la inoperancia, la ignorancia y la indolencia de todos a uno, al respecto de la protección al medio ambiente y la naturaleza, son tan gigantescas y evidentes, que a partir de titulares de prensa sobre nuevas normas o nuevas leyes, con la creación en el papel de parques o de zonas protegidas, con pomposos anuncios de dragados de ríos sin agua, y con un sin fin de noticias similares, intentan y pretenden camuflar la inacción tan terrible que ocurre en Colombia al respecto, la cruda realidad es que nos estamos deforestando y erosionando de manera atroz.                                                                                            En estos aciagos momentos, donde toda nuestra realidad se circunscribe al proceso de paz con las guerrillas, mientras que el resultado del proceso anterior de desmovilización con los paramilitares hace metástasis en bandas y en delincuencia común, nuestra dirigencia, con las instituciones encargadas de impartir y aplicar justicia, amangualadas con todo tipo de antisociales, intentan mantener las injustas reglas de juego donde solo ganan los que más tienen, como consecuencia de este vil juego de la vida en Colombia, la naturaleza desaparece a pasos agigantados; no nos importa que los científicos y las más grandes eminencias del mundo digan que el futuro del planeta es la conservación de los bosques y selvas y con ello la protección del agua dulce, y nosotros que fuimos y que aún podemos ser los dueños de un tesoro incomprendido, como lo son nuestros recursos naturales y nuestra ubicación geográfica, ante ello no reaccionamos, no entendemos lo que tenemos, no analizamos lo que perdemos, no vislumbramos lo que se nos viene encima con semejante perdida y dejamos que sea el tiempo el que decida hasta que momento nuestra dirigencia va a tomar acciones.
Convoco a toda la sociedad a que se movilice y se manifieste, estamos dejando en manos de unos cuantos, por lo general picaros y egoístas, a que decidan por todos, sin entender a cabalidad que estamos despilfarrando nuestras más preciadas riquezas, y que todo aquello que está relacionado a los negocios de los combustibles fósiles nos está arruinando a todos, sin querer entender ni reconocer que son nuestros bosques, nuestros ríos y nuestra fauna los mayores tesoros que tenemos, no es la minería ni el oro, y sí a eso se le sumara el esfuerzo y el trabajo de todos en industrias y empresas de carácter agropecuaria, podríamos llegar a ser la mayor potencia del mundo en producción de agua dulce, oxigeno, alimentos y productos agropecuarios, ¿será que lo creemos antes de que todo se pierda?.
He hecho varias propuestas a la Mesa de Conversaciones, al gobierno en general, donde planteo que debemos aprovechar estas instancias para implementar un enorme plan o proyecto de reforestación y recuperación de cuencas hidrográficas en todo el país, que se aproveche al Ejército colombiano para que en él recalen todos los desmovilizados, guerrilleros y delincuentes de todos los pelambres, y sea el ejercito el que instruya, eduque y resocialice a tantos compatriotas que han considerado que con la violencia y las armas es como se obtienen las cosas, la sociedad no puede, inerme e indolente, recibir esta enorme responsabilidad y terminar conviviendo, de buenas a primeras, con personas acostumbradas a asesinar y a delinquir.