MARIPOSAS DEMENCIALES
Como mariposas sin alas, el alma sin
amor no vuela, repta, la mente sin conocimientos no piensa, acepta.
Los conceptos en el mundo y de la
vida ya vienen digeridos, ahora no tenemos que pensar pues los objetivos se
dispersan en un mar de opciones de donde escogemos las mejores, los principios éticos
en que se sustenta la moral de la sociedad se derrumban sin presentar
resistencia alguna.
Quisiéramos afrontar de un modo
diferente esta realidad de mundo loco y demente, dejar de culparnos por lo que
hacemos, cuando sabemos que en nuestras manos solo modificamos el destino
propio, que no es el mismo para los que no piensan como yo.
Consideramos culpable al hombre
confundido más no a la vida controlada, que apenas nos da la opción de vivirla
sin gozarla, hoy somos los hombres quienes tomamos decisiones por razonamientos
o por emociones, sin considerar lo que caiga o se modifique con ese suceso,
pues lo que se busca es el bienestar particular, suprema gloria de la vida
actual.
Nos estamos enfrentando al dilema
vivencial, donde el hombre piensa como un ser más de la gama natural o el mundo
sucumbe ante este trato demencial de este extraño ser, nosotros, los que quisimos
ser divinos sin reconocer nuestro demonio interno ni nuestra limitación
existencial.
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