miércoles, 28 de septiembre de 2016

ALEANDO TORMENTAS MIENTRAS QUE LA VIDA SIGUE

ALEANDO TORMENTAS MIENTRAS QUE LA VIDA SIGUE

Los humanos, en nuestra evolución general, hemos aprendido a alear, de manera personal, los extremos de los conceptos, por eso nos da igual la verdad y la mentira, pasar sencillamente del amor al odio como si fuese algo natural, despreciar la muerte ajena con la indiferencia propia, comparar con la misma vara a la razón y a la locura, y que la alegría tenga el mismo valor que la tristeza o la fealdad y la belleza, son tantas cosas más que aprendimos a mezclar sin medir las consecuencias.

Pero en este manual loco, que hemos ido redactando sin temor, no aparece ningún renglón que se atreva a mencionar como debemos enfrentar la muerte o el final de cada quien, por esto nos hemos ido aferrando a la gloria personal como la meta o el motor de los hombres o mujeres, que hoy, sin consuelo ni descanso, deambulamos sin cesar en el mismo lodazal que venimos construyendo desde siempre, sin hasta ahora comprender que en lo general es donde está la gloria personal, qué es aquella que garantiza que nuestras vidas continúen sin pensar en más allá.

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