AMANDO UNA IMAGEN
Cuando
me dijiste que me amabas, no les diste importancia a mis sentimientos ni a mis
pensamientos, solo te emocionaban tus alegrías, que de tanto en tanto, algunas
fueron mías.
Todos
los días, se fueron convirtiendo en lánguidos finales, tu cuerpo me lo exhibías
como un trofeo y los besos que me dabas me sabían a despedida, solo que la piel
nos confortaba hasta el extremo de venirnos plenos, llenos de vacías emociones.
Entonces
quise cambiar tus sentimientos, que pensaras en mi por un momento, anhelé con
ansias que tus ciegos ojos vieran mis esperanzas de un amor correspondido, pero
desgraciadamente me equivoque contigo, ya que solo el paso del tiempo daba
respuestas a las preguntas silenciosas que nacían de mis confundidos sueños,
pues, de tus mudos labios, finalmente no salió ni un sonido, ni una fría
palabra, destruyendo sin reparo la idílica ilusión, la de esa imagen idealizada
por mí, la de tu y yo amándonos por siempre en un idílico paraje, y haciéndonos el amor como un par de
salvajes.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario