lunes, 8 de agosto de 2016

LOS DÍAS ESPECIALES

LOS DÍAS ESPECIALES

Hoy, que en la tierra es un día de enfrentamientos, como siempre lo ha sido, es, a la par, en la vida de los hombres, un día especial, así el hecho sea desconocido e ignorado por todos los que habitamos este mundo enloquecido.
Es, en sí, el día anhelado por unos pocos aunque sea despreciado por la mayoría, será aceptado  por la resignación de esos que se arrodillan ante ellos, es un mundo construido por aquellos que inventaron los tiempos y los dioses, conociendo de antemano, que con ellos, los tiempos, que son constantes e ingeniosos, o los dioses, que la mayoría de las veces son fabulosos y hasta maliciosos, vienen adheridas las heridas que nos lastran como raza, convirtiéndonos en los humanos moldeables, en lo que somos.                                                                                                                       
Son momentos perniciosos, generados por hombres portentosos, a los que, sin pensar, querer o saber, los serviles, que somos los demás, los esquiroles de un mejor porvenir,  les lamemos las heridas, que se hacen ellos mismos y que luego enrostran y reclaman a los otros, y esto ocurre permanentemente, son los terribles instantes en que se sacian con la sangre de los inocentes, de los indiferentes, de los indolentes, de los que sin querer, por no poder, pero de los queriendo por saber, nos volvemos indecentes, para luego, inventarles a nuestros opresores tiempos de epifanías continuas y de preludios permanentes, donde puedan redimir sus culpas, acaso con ocasos concluyentes inventados por dioses inexistentes.

Convirtiéndonos así, a los inocentes, en esbirros de un peor destino, pero no les importa, saben que nos adecuamos a un salario ínfimo, que a través de cambios aparentes, que parecen permanentes, nos pueden mudar de preceptos, nos cambian frecuentemente de ideales, que luego se desechan, sin pena ni recato, renegando de lo hecho por el tiempo universal, para, de un solo golpe, darle valor al esfuerzo personal,  a la historia de la gloria individual, con la que aquellos han matizado la historia general, desconociendo, despreciando e ignorando, la mayoría de las veces, el valor del todo y de la unión, cayendo en la trampa del segundo milagroso, en la mentira de un concepto etéreo, donde el tiempo es oro, cuando la existencia del mundo conocido va más allá del tiempo humano.                                                                                                                                                    Ellos, crean fibras invisibles, que creen son insensibles a las causas que las crean,              como si estas fueran parte de una piel endurecida, encallecida, enmohecida, enmudecida, que cual roca aguanta todo, se han vuelto inconscientes de sus propios actos indecentes, al extremo, que ignoran los efectos que esos mismos actos provocan en la piel del pequeño universo conocido, la tierra,  que inerme y violentada, pierde, a cada segundo, capas infinitas de sus células, una a una sin parar, sin la conciencia del único culpable, la del hombre ambicioso, que solo con su propia ignorancia, pero dueño del saber de todos y del poder personal, poseedor de suficiente inteligencia pero con tanta negligencia, que es incapaz de entender que en ese continuo desgaste, está la esencia de su final.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario