sábado, 31 de diciembre de 2016

UN REMEDIO EXTREMO

UN REMEDIO EXTREMO


A modo de una metáfora metafísica, como cuando la cruda realidad parece conjurar contra la idea de lo que es la felicidad humana, preciso hoy que soy muy feliz contigo, me acuerdo de aquel triste momento en el ayer, cuando me arranque el corazón y lo arroje a un profundo hueco, donde por años lo estuve revolcando y dándole vueltas sin sentido, y todo sucedió porque mi obtuso corazón se alejó del tuyo haciéndonos perder el ritmo que traíamos.                                                                                                                            
Por suerte ahora este recuerdo es solo la nostalgia de ese dolor, que de nuevo sentiría si otra vez me abandonaras; ahora uso esa sensación, que me acompaña desde entonces, como el suero protector al acto de conciencia que me hago cada vez que me imagino el hipotético momento en que me vuelva a ocurrir y otra vez llegara a sentir tu ausencia.


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