RESIGNADO A TODO
CUANDO NO HAY NADA
Hace algún
tiempo, en otro lugar, cuando quise sentirme importante, le exigí respeto a los
otros para ser lo que era, y terminé siendo la persona insignificante que ahora
le reclama al mundo un cambio de rumbo, sin que les importe a aquellos que esto
pueda ser fundamental.
Por eso hoy, que el panorama de los humanos se
desarrolla ajeno a la felicidad general, surgen del fondo de esta realidad tantas
personas tristes e indolentes, que insolentes le espetan a los demás tantas
mentiras por la forma de amar sus vidas, que los días de todos se edifican en la
soledad permanente, en la de cada individuo, al ver a este mundo infernal como
el lugar ideal en que se incuban todos nuestros males, queremos escapar y no
podemos.
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