La ocurrencia de lo indeseable hace parte integral de consecuencias venidas de unas secuencias de asuntos externos a las tomas de decisiones propias, son pertrechos de guerras dispuestos por otras personas, estando éstas por fuera de las capacidades personales para obtenerlos a discreción, siendo elementos ajenos de los análisis y deseos individuales, apareciendo en los momentos exactos en que se realizan los juicios de valores, hechos para incidir en contra de las mayorías y en favor de lo personal de aquellos que rompen las formas y las normas, antecediendo así al alud del derrumbe general que cae sobre una especie sin capacidades para obrar en la construcción de las cárcavas que contengan y redirijan las avalanchas sociales que la terminarán aplastando o ahogando.
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