YO
QUE SOY UN CERRO CUANDO TU UNA ROCA
Cuando perdí la última muela, mentalmente empecé a cuestionar
mi situación física y mental, porque envejezco como un perro, de esos a los que
el paso del tiempo erosiona sin miedo, sin piedad ni consuelo.
Entonces te miro, de reojo, y un poquito me sonrojo, después
de soslayar y preguntarme qué te llevó a ti, una mujer fuerte y emprendedora, tan
resistente como la más dura roca, a quererme a mí, a un hombre gruñón, pobretón
y poco servil; además que me parezco a un cerro de arena, de los que al primer
embate de los elementos rápidamente se desmoronan.
______________________________________________________________
No hay comentarios.:
Publicar un comentario