UN
EMBROLLO CAPITAL EN EL MUNDO MATERIAL
Vivimos atrapados, como supuestos espíritus libres, en
cuerpos que se van descomponiendo al ritmo que la muerte impone, convirtiendo a
la vida personal, y en general, en una carrera sin destino asegurado.
Son tan cortas nuestras vidas, qué, en el sistema que
escogimos para vivir, el capitalismo, y en nuestro breve paso por este mundo
material, hay que sobresalir como sea para existir.
Nuestro gran embrollo ha estado en no querer entender que nacemos
y crecemos por secuencias de generaciones, que además son impulsos
involuntarios, con lo que hemos convertido al mundo en el actual tierrero, un
escenario donde aún prima el concepto individual sobre los conceptos y
bienestar de todos los demás.
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