EN LA TIERRA LA VIOLENCIA DE LA
GUERRA ES MÁS FUERTE QUE AMAR
Por todo la Tierra
resuenan, de manera recurrente o permanente,
unos sonidos originados
desde tambores que incitan a la guerra,
a raíz de unos
conflictos que se generan por brusca sorpresa, imprevistos,
de improviso,
inesperados, sin ninguna expectativa diferente
al impetuoso enfrentamiento
repulsivo, ya sea entre países, contra ciudades,
poblacionales, entre sociedades,
etnias, comunas, barrios o individuos,
porque estamos
inmersos en un ambiente convulsivo y violento,
patrocinado
publicitariamente a través de todo tipo de productos intelectuales o industriales,
de índole religiosa o
cultural, deportivos o comerciales,
los cuales no permiten
el desarrollo progresivo de unas relaciones sanas y armoniosas,
definitivamente nos
hemos convertido en una especie única y especial,
exclusiva y
excluyente, compuesta de guerreros, mercenarios y hasta sicarios compulsivos,
somos el producto de
un estilo de vida que enferma, que carcome nuestro intelecto,
estamos compuestos
por particulares emociones, invadidas por la envidia,
por el odio y el
recelo que provoca reconocer que existe todo lo demás,
las posibles excepciones
de esta regla vienen siendo unas escasísimas personas,
quienes son las
únicas capaces de sentir amor dentro de un planeta que ha sido corrompido
por la violencia y
por las ansias de acumular y de tener.
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