CONTRA EL TIEMPO NO HAY MATERIA QUE
VALGA
Desde la nada absoluta,
hasta el todo molecular,
la energía se agrupa de
manera circunstancial,
produciendo un espacio,
que con la masa se ocupa,
mientras las fuerzas del
tiempo descorren un velo intangible,
el mismo que descubre la
existencia de una materia invisible,
ante la cual la especie
humana cree dominar,
sin siquiera detallar la
magnitud de su propia impotencia,
haciendo muy poca injerencia
sobre las leyes universales,
en cuanto que la sumatoria
de todos los segundos son la misma eternidad,
o sea, una infinidad de eras
inconclusas dentro de los eones del cosmos absoluto,
que cual punto primario, en
el espacio infinito,
trazó las rayas que desde
entonces unen los demás puntos,
sobre los planos cartesianos,
un lugar inexistente,
donde cada individuo está
convencido de estar modificando al entorno,
desconociendo la existencia
de otras fuerzas mucho más grandes que la suya,
por tanto, detonando la
chispa que viene incendiando a un planeta,
que desgraciadamente tuvo
la suerte de toparse con él sin saber de las consecuencias.
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