DELETÉREOS JUECES
Nuestras bocas se han
transformado en probóscides deletéreas,
apenas visibles por aquellos
que tienen una igual,
buscando con ellas alcanzar
el aroma que emana de cada cuerpo
que pasa al lado del nuestro,
extrayendo de ellos los alientos
de su próxima muerte,
quedando prestos a exaltarlos
al momento de aspirar sus culpas,
pues nos hemos convertido en unos
jueces determinantes,
para sentenciar quien debe
morir o seguir viviendo.
______________
No hay comentarios.:
Publicar un comentario