CONJUNTO DE EXTRACTOS NATURALES PARA
CONJURAR AL UNIVERSO
Nunca han sido suficientes,
para la humanidad en general,
los extractos ni los látex
que se obtienen de las plantas, y artificialmente,
para entonces consumirlos y
así birlar la realidad,
al mismo tiempo que se
burla de su esencia natural,
teniendo paralela ésta al
escape que logra del escaque,
aquel donde jugamos, cada
día, la partida de nuestras vidas,
por consiguiente, creando permanentemente
reglas, hechas para violarlas,
aparentando ser hilos que nos
unen, a la especie humana, con figuras divinas,
aunque difusas, moribundas
en cuanto la ciencia descubre su origen terrenal.
Dizque la paciencia es una
de nuestras muchas virtudes, claramente humana,
pero a través de ella se desenmascaran
nuestras más claras contradicciones,
con las cuales viene construyendo,
la especie humana, su propio mundo,
ajeno al universal, desde
donde edifica sus conjuntos de conjuros,
representados por corrientes
intelectuales, filosóficas, económicas o religiosas,
con las que pretendemos arrasar
las leyes naturales,
que, aunque sean conocidas
y sabidas, no se quieren acatar,
porque entonces nos exigen
actuar como un elemento más del contorno natural.
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