EL SILENCIO NATURAL NO PUEDE SER ESCUCHANDO
POR LOS NECIOS
La especie humana, con sus
revoluciones y su desarrollo, no se cansa de destruir progresivamente a la
naturaleza,
llevándola hasta el extremo
que sus principios y sus leyes no se consideran, respetan, aplican ni se escuchan,
pues los ruidos de las
actividades humanas no dejan espacio para los sonidos que ésta emite,
silenciando sus consejos, reclamos,
advertencias o pedidos de mesura, justicia o de ayuda,
provocando el caos
existencial que caracteriza a la actualidad, donde los principios de la vida perdieron
todo sentido,
no encontrando espacio ni
tranquilidad, pues éstos no son necesarios, ya que están vendidos al mejor postor
a través del agio,
y cualquier otro
comentario sobra entre las cabezas de unas sociedades vencidas tras la
arremetida del sistema capital,
el cual les ha incrustado
en sus cerebros la torpe idea que la naturaleza tiene un precio que hay que
paga a cualquier costo,
sin importar que el aire,
el agua, la flora y la fauna desaparezcan al mismo tiempo y por igual.
______________
No hay comentarios.:
Publicar un comentario