RECORDÁNDOLES LA
HISTORIA
Revisando la
corta historia humana es muy fácil encontrar en ella los registros de los miles
de hombres que se creyeron portentosos y por ello actuaron como los elegidos, los
señalados; materializándose en figuras de reyes, faraones, zares, papas, emperadores,
dictadores, libertadores, presidentes y hasta salvadores, muchos de ellos eran seres
que se creían diferentes, aunque fueran, con sus ideas y sus actos, unos
dementes.
Sin embargo,
lo que más asombra de revisar esa historia son las huestes de lacayos que se
forman alrededor de estos personajes, y que por una migaja de pan terminan
vendiendo a la propia madre, a sus hermanos y a la familia, para ver que luego son
los mismos que se rasgan las vestiduras por el honor mancillado de una nación,
reino o país que dicen defender, aunque lo tengan que vender una y otra vez, y
cuantas veces sea necesario, a aquel que llegue nuevo al poder.
Incluso hoy
se siguen presentando este tipo de personajes, que se exhiben por el mundo como
los dueños de una única verdad, la de ellos, sabiendo todos de antemano que ésta
está cosida por miles de microscópicas puntadas, que son las miles de mentiras con
que han saturado la cruda realidad, buscando con ello confundir a los demás.
Pero lo que
más causa desazón y perplejidad es que aún hoy, cuando hay más noticias de lo
que a diario pasa en el mundo, registrando en ellas a sus dirigentes untados
hasta el cogote con la mierda de la corrupción, es cuando hay más ignorantes de
esa realidad, puesto que miles de millones de ellos están atrapados por unas
pantallas que los transportan a unas virtualidades momentáneas, donde siempre
ganan y donde son más apreciados, aunque todo haga parte de un engaño con una
mentira más, así sea virtual.
Ahora muchos
de los grandes logros sociales, que marcaban el camino de una sociedad unida caminando
hacia una realidad compartida, se ven pisoteados y derrumbados por estos nuevos
líderes, que también de nuevo con las ahora nanometricas mentiras, exponen unas
realidades descompuestas mientras que son gerenciadas por ellos mismos como autoridades
envilecidas por intereses particulares y objetivos personales; entre tanto las mayorías
se dopan con esos falsos motivos y las minorías que protestan son borradas de esta
historia y echadas al olvido como escarmiento para todos.
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