VIVIENDO EN TIEMPOS
DE CONFUSIÓN
En estos tiempos
actuales, donde la confusión individual es la madre del desorden en que vivimos
todos; cuando el conocimiento general está cubierto por las mentiras permanentes
que aparecen a diario en las redes sociales, convertidas ahora en las fuentes fidedignas
de la información veraz, no como antaño cuando la verdad, fuese aparente o amañada,
salía y estaba en los diarios o revistas, de pertenencia y fieles por igual a
los dueños del poder; por eso hoy cuando esa información nace en los millones
de conductos y vericuetos de esas redes sociales, igualmente financiadas e
inventadas por aquellos también, comportándose ésta como una trama silenciosa que
atrapa la lógica y al sentido común del resto del mundo, inventándose soluciones
estrafalarias unas veces, cuando no son locas todas, apareciendo entonces como el
remedio de algo peor, la hipocresía, para que con ella se expanda como una enfermedad el engaño, en
todas partes, como por arte de magia y sin que nadie proteste, asumiendo aquí que
ese nadie que menciono somos los demás, como ahora, cuando les aceptamos sin
chistar a ellos su versión de su verdad, cuando nos dicen y aseguran que el ser
humano vale por lo que sirve y no por lo que sabe.
Es entonces, en este desvarío de la realidad, cuando
sin complejos ni recelos aceptamos a las mentiras evidentes como verdades
permanentes, donde aquellos se aprovechan de nuestra ignorancia y desunión, para
sin temor indicarnos que no existen riesgos ni peligros, cuando realmente se
encuentra en peligro constante la esencia de cualquier vida en el planeta, desde
las que aparentan ser menos complejas, como las de unas amebas, por ejemplo, o hasta
las más intrincadas, como las del ser humano; mientras que todo esto sucede,
mientras tanto, seguimos tolerando sin reservas la violencia y la sevicia con que
los capitales y los mercados nos imponen fácilmente sus intereses, que son
diferentes al destino universal, por lo que para ellos priman las mentiras que
ahora confunden la razón del individuo sobre el origen de ellas, pero al mismo
tiempo, con este infame juego, se alimentan los problemas que la vida personal enfrenta
cada día para sobrevivir.
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