EN EL FINAL, NO SOMOS DISTINTOS
En la vida hemos tenido pocos amigos, no fue por ellos, fue
por nuestra manera de ser y de ver en ellos los misterios ocultos de la vida
actual, de los que siempre nos hemos escondido, es como una manera de pasar
bien los días, a título individual, así a todos nos vaya mal.
Por eso, ahora, cuando repasamos las
circunstancias que envolvieron estas instancias, aquellas donde se esfumaron
las emociones de esas relaciones, concluyo que el embrujo de ellas era ficticio
pues cada quien perseguía en sus principios los valores personales que le elijen
o le dan a sus amigos, incluso este asunto va conmigo, pues me involucra en la
telaraña de razones en que se enredan las pasiones humanas, para al final
insinuar que no somos distintos, que nos parecemos hasta en la forma de
enfrentar la nada general, la que nos lleva hasta este final desconocido.
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