lunes, 31 de octubre de 2016

EL PARANINFO DE DOS AMIGAS NINFOMANAS (CUENTO)

EL PARANINFO DE DOS AMIGAS NINFOMÁNAS  (CUENTO)


PRIMERA PARTE

Los casos de una amistad entre dos intimas amigas, y para rematar ninfománas, como ellas, se ven pocas veces en la vida, se puede decir que son casos excepcionales, ya que ser confiado y confiable hoy en día es muy peligroso y poco corriente, a tal punto, que cualquier vínculo personal no pasa más allá de un simple saludo.                                                                                                                                                            
 Pero bueno, algunas veces, también en estos días, se puede llegar al otro extremo, en el que un sencillo acto de saludo impersonal puede terminar siendo un tremendo problema, malinterpretándose, hasta el extremo de generar un compromiso inesperado, sorpresivo, del que se termina teniendo mucho cuidado y miedo, pues el más mínimo detalle, o descuido, puede terminar siendo malentendido y representar algún conflicto, perdida material,  sentimental o incluso llevar a perder la vida.                                                                                                                                                
En fin, no exageremos el cuento, era una simple referencia a que dos personas, con una relación tan íntima, como a la que ellas llegaron, es tan rara y se da tan pocas veces en la cruda realidad, que se presta a cualquier tipo de comentarios e interpretaciones, que para bien o para mal, ellas desechaban e ignoraban, sin darles el más mínimo valor ni interes.                                                                                                                                       
Andaban juntas todo el tiempo, asistían a los mismos lugares, cursaron sus años de colegio en el mismo plantel, sacaban casi las mismas notas, tenían el mismo gusto, hasta el extremo que se vestían igualito, tenían los mismos amigos y amigas, podríamos decir que compartían hasta los mismos padres, quienes casi no distinguían cual era la hija de cual, pues a costa de estarlas viendo desde pequeñas juntas como un par de gemelas, pegadas como un moco, les ayudaba a llevarlos a tamaña confusión.
El inicio de esta extraordinaria y extraña relación se dio a raíz  que la empresa donde trabajaba el padre de Claudia, decidió designarlo para que estableciera una sucursal en otra ciudad,  y para esto lo trasladaron desde la capital, de donde eran oriundos y donde habían vivido siempre, supuestamente en una especie de ascenso laboral pero con el  mismo sueldo y en el mismo cargo, a una ciudad intermedia en pleno desarrollo, para que abriera y dirigiera allí la oficina y los nuevos frentes de negocio para la empresa, coincidencialmente mudándose al barrio donde ya vivía Catalina y su familia, quienes oriundos de esta pequeña ciudad, les sirvieron de puente para poder establecerse y adaptarse. 
Igualmente, Claudia y su familia llegaron a vivir a la casa de al lado, en un barrio de clase media; en ese instante en que las dos niñas se conocieron tenían la misma edad, cinco años.                                                                                                                
Cuando  Catalina vio descender de ese auto familiar a aquella niñita, tan parecida a ella misma, intuyó, al cruzarse las miradas e intercambiarse sendas sonrisas picaronas, que serían amigas y  cómplices de allí al futuro, por eso, en un impulso extraño hasta para ella misma, corrió hacia los nuevos vecinos y se les presentó diciéndoles su nombre y ofreciéndose a colaborar, algo totalmente ajeno a ella hasta ese momento, y más cuando en un arranque inesperado  de colaboración, se puso a ayudar con el trasteo bajando una que otra cosa, pues una niña consentida y mimada en exageración, como ella, era ajena a eso actos o impulsos .
Claudia, quien también era educada en la misma escuela de los resabios y las rabietas, y Catalina, congeniaron inmediatamente, al punto, que a partir de aquel día no las volverían a ver separadas por el resto de sus vidas; a partir de aquel momento la dependencia de una con la otra seria tremendamente fuerte, se separaban pocas veces, inicialmente, solo lo hacían para ir a dormir en sus cuartos de sus respectivas casas, sin embargo, desde ese primer día, se inventaron su propio canal y código de comunicación,  crearon algo que se volvería un rito para ellas, el que desarrollarían desde las ventanas de sus respectivos cuartos, enfrente la una de la otra, iniciándolo al principio haciéndose señas con las manos, para terminar, con el tiempo, comunicándose en un intrincado código secreto, inventado por ellas para que nadie pudiera descifrarlo.
Así fueron creciendo, supuestamente madurando, por la vida, conociendo al mismo tiempo sus cuerpos y sus emociones, se masturbaron por primera vez juntas, como lo seguirían haciendo de allí en adelante, conocieron al primer hombre juntas y lo compartieron, así como compartieron la misma elección de vida, cuando desde ese instante decidieron ser como eran, o igualmente cuando decidieron la elección de la profesión que ejercerían, al momento de decidirse por alguna actividad.
Los amigos y amigas las apreciaban mucho, incluso llegaban a irse a los puños y casi hasta matarse por ser sus amantes, pues llegó a ser de conocimiento general, sobre todo entre los hombres y mujeres más cercanos, aquellos que las frecuentaban y las deseaban, de la extraña y luego famosa particularidad de compartirlo todo entre ambas.
De todas maneras, así como eran todo el mundo las estimaba y las querían, aun sabiendo de sus personalidades y particularidades, llegaron a ser muy buscadas por sus consejos y sus experiencias, además que por los claustros por donde fueron pasando, dejaban la estela de sus pensamientos contradictorios y de choque contra lo establecido, con sus posiciones muy personales, caracterizadas por defender hasta el último aliento sus conceptos, tan únicos y particulares de la vida y del mundo.
Hasta aquí todo parecía muy normal y sin mucho interés, más allá del morbo sexual que generaban sus comportamientos y actitudes, pero el asunto comenzó a cambiar de tono un extraño día, cuando ambas caminando por una calle cualquiera, a raíz que habían salido de compras porque al otro día seria el cumpleaños de Claudia y Catalina la llevaba hacia un almacén de música para regalarle un cede o algo parecido, para que ella misma lo escogiera.                                                              
Pero ese fue el día que en el camino se cruzaron con un mendigo que les pidió de limosna algo de plata, inicialmente lo rechazaron y siguieron su rumbo, pero de repente Claudia se detuvo en seco y le dijo a su amiga.
-          ¿Si lo viste, Cata...?
-          ¡A quien ¡.
Indagó ésta.
-          A aquel mendigo, el que acabamos de pasar...
-          ¿Y que con él.?
-          ¿Acaso no le viste su rostro, acaso no lo detallaste todo? ¡Es un hombre guapísimo ¡
-          ¡No jodas Claudia!, con todos los hombres que hemos tenido, y que tenemos a nuestra disposición, el que veas atractivo a ese pobre diablo, me empiezas a preocupar...
-          Pues preocúpate o no, ese es el regalo de cumpleaños que yo quiero...
-          ¡¿Cómo así?¡
-          Así como lo oyes, no deseo ni cedes, ni regalos tontos, ni hombres hijos de papi, ni personajes acartonados y aburridos, ni fiestas iguales a siempre, no quiero estar en los mismos lugares y en los mismos programas, hoy quiero hacer algo loco, algo que no he hecho nunca en mi vida..., hay algo, en el fondo de mí, que me dice que debo hacer lo que voy a hacer.
-          Pues son muchas las cosas que no hemos hecho, y te aseguro Claudia que ninguna tiene que ver con un menesteroso como ese.
-          ¡Pues me importa un bledo que otras cosas no hayamos hecho, ahora lo único que quiero hacer, ¡es a que sabe tener sexo con un hombre como ese!
-          ¡Por favor!, Claudia, no vayas a cometer semejante locura, no te comportes como un ser irracional, no seas…
En ese momento Claudia ya no escuchaba razones ni palabras de nadie distinta a su conciencia, se había dado vuelta y dirigía sus pasos directamente a donde se encontraba el mendigo aquel.                                                                                                                                          
Éste personaje, al verla, se emocionó sobremanera, pensando que venían a regalarle algo de dinero, pues ni en sueños imaginaba lo que entonces le sucedería.
-          Hola, ¿cómo te llamas?
-          ¿Yo...?, señorita... yo me llamo Javier.
-          Javier, ¿te gustaría poder bañarte y cambiarte de ropas?..
-          ¿Y eso por qué?, así como estoy, estoy bien, mi cuerpo huele a lo que huelo, las ropas que uso es todo lo que tengo y bañarme ahora, créame que me da jartera.
-          Pero si te digo que me gustaría conocerte, estar contigo, conocerte, como persona, pero en otras circunstancias, o sea, mejor presentado, limpio, ¿lo harías?
-          No señorita, no lo haría, pues si me conoció así, ¿porque quiere conocerme de otra manera?, ¿qué hay de malo con lo que aparento, pobreza?, soy pobre, ¿suciedad?, es aparente pues, ¿qué del hombre no lo es?
Claudia pareció resignarse ante las respuestas y razones casi místicas y filosóficas que esgrimía aquel pobre hombre, pero en su mente seguía machacando la imagen morbosa de ella con aquel extraño ser, y por alguna extraña obsesión desconsidero aquellos obstáculos, y volvió a insistir.
-          Javier, ¿te gustaría una apetitosa cena?, ¿qué te gustaría comer?, ¿algo en especial?
-          Pues sí le puedo ser sincero, de la barriga me encuentro lleno, pero sí, si me gustaría comerme algo bien especial, pero no es nada de digerir ni de comer por la boca…
-          ¿Qué dices?
-          ¿Le puedo ser más sincero y descarnado señorita?
-          ¡ Claro ¡
-          A usted señorita…
La respuesta, aunque la sorprendía un poco pues nunca pensó que una persona como esa pudiera ser tan directa y mordaz, sobre todo por las condiciones en que vivía, sin embargo, le había desnudado sus intenciones, sin importar el abismo que existía entre los dos, que era el mismo que ella estaba tratando de vencer, pero no por razones lógicas sino por una obsesión enfermiza o casi mística.
Obsesiones permanentes, como estas le nacían y la envolvían, y ella se dejaba llevar, como cuando le dio por tener sexo con cinco hombres a la vez, ella sola, una de las pocas veces que actuó sin la compañía de Catalina como complemento, pues a ésta le pareció, en ese instante, algo demasiado extremo, pero después, con el tiempo y la práctica, lo superaría.        
O como cuando intento hacerlo con un caballo, y a Dios gracias no pudo, ya que Catalina, que en un comienzo la secundaba en el intento, al ver e imaginar lo que le esperaba a su amiga, terminó soltando a la bestia que asustada salió desbocada del establo donde lo tenían; o cuando con Catalina, decidieron irse a un prostíbulo, en esta ocasión no para hacer sexo con los clientes del mismo, sino con las putas que allí trabajaban; en fin, la lista de obsesiones locas o absurdas, dependiendo del punto de vista de quien las analice, más no para el de ellas, podría ser interminable, como a los trece años, tiempo en que les llego a ambas su primera menstruación, cuando Claudia intento su primera locura al intentar tener sexo con el papá de Catalina, y éste la rechazo tan contundente y violentamente que desde ese instante el odio por él se volvió inversamente proporcional al amor que tuvo con Catalina el resto de su vida.                                                                                                      
 O, como antes, se me olvidaba el hecho, cuando a los doce años intentaron hacerse violar por un gigantesco perro pastor alemán, el del vecino del frente, que les saboteo el intento sin saberlo, cuando hizo entrar al canino a la casa; o como a los catorce, cuando juntas convencieron y violaron a cuatro asombrados y perplejos seminaristas, que habían ido al colegio de ellas a catequizar, o cuando a los quince, igualmente ambas, decidieron probar el arte de la prostitución, estando por dos meses seguidos, en unas vacaciones largas, en un pueblo olvidado y abandonado, donde no las conociera nadie, en un prostíbulo de mala muerte.                                                                                                                                                      
 Fue precisamente allí donde pudieron tener sexo con todo tipo y calaña de hombres, la amplia gama iba desde los más pobres y zarrapastrosos, como gamines, basureros, bulteadores o carretilleros de galerías hasta subempleados, de todos los colores y razas, individuos con muy pocos recursos económicos, pero con penes de todos los tamaños, estilos, olores y sabores, quienes eran los típicos personajes que frecuentaban aquel tipo de antro.
Por eso, cuando cumplieron los 22 años, sus obsesiones eran cada vez más estrambóticas, más audaces y violentas, tenían que superar siempre el exceso anterior.
Aunque Catalina seguía ayudando o secundando a su amiga en todas estas actuaciones, ya empezaba a cansarse de estos retos ya sin sentido para ella, ya su cuerpo y su mente no resistían tanto descontrol, el vivir dos vidas paralelas, entre la de la lógica de la razón y la  lógica de las emociones, la habían llevado hasta este momento de no comprender el sentido de su existencia, o el sentido de una vida normal, el de la vida placentera, aquella que ahora creía se le había perdido el mismo día que conoció a Claudia.
Mientras tanto, ésta no claudicaba en sus intenciones, donde ya le había dado alas a Javier el pordiosero, con el que se alejaba rápidamente, Catalina no quiso insistir más, por lo que daba la vuelta, y se iba de allí, viendo de reojo a su amiga alejarse con aquel menesteroso en busca de motel o algún lugar donde pudieran desfogar la enfermiza obsesión para ella, o el milagroso premio repentino, para él.
Cuando Catalina llego a casa, con un genio de los mil demonios, no quiso saber de nada ni de nadie, por lo que se encerró en su cuarto y allí permaneció hasta bien entrada la noche, hasta cuando le sonó el teléfono, ya sabía quién era, así que salió en busca de su amiga, quien afanosamente la llamaba, porque quería contarle todos los pormenores de su loca aventura.
-          Hola Cata.
-          Que hay.
Le respondió secamente
-          ¿Estas como molesta?
-          Hastiada, estoy hasta la coronilla de tantas locuras, las mías y las tuyas, ya me cansé de todo esto Claudia.
-          ¿En serio Cata?, en cambio, yo vengo emocionada a comentarte lo fabulosa que resulto la aventura, venía a invitarte a participar, él me está esperando en este momento en el motel, le dije que nos esperara, que quería que tú lo probaras, vieras su cara, sus ojos, es como si el pobre estuviera en el cielo, o en el nirvana, o que se yo...
-          En serio Claudia, ¿a eso has venido?
-          Seguro, sabes que siempre ha sido así, siempre te he compartido lo bueno y lo malo de mí.
-          Pero entonces, ¿porque no me haces caso esta vez?, por qué no dejamos de hacer estas barbaridades, sabes que te he acompañado a casi todos tus programas, pero ya este, el de ir a recoger a los mendigos de la ciudad para saciar placeres sexuales, me parece muy arriesgado, muy tonto, cuando lo podemos hacer con los mejores miembros de nuestra alta sociedad, bien parecidos, limpios, que huelen bien y están bien vestidos.
-          ¿Y quién te ha dicho que no lo podemos seguir haciendo?, por mi parte lo que más me gusta de todo esto, es el placer o aberración que siento cuando imagino a este pobre hombre, que no sabe qué le esta pasando, pero que se manifiesta en toda la máxima expresión humana, en el tiempo que llevamos en el motel me ha sacado cuatro polvos maravillosos, en este instante te puedo asegurar que da su vida por mí, sin límites ni reservas, con una sola palabra, o con un simple gesto, le estoy cambiando la vida a un ser miserable pero dispuesto a cambiar, no como todos esos acartonados, estúpidos y falsos personajes, que son nuestros novios o amantes momentáneos, todos esos imbéciles que se matan por acostarse con nosotras sin siquiera saber lo que les hemos tenido reservado, no te miento si te digo que también me encanta ese halo de maldad que encierra mi actitud.  Ellos piensan que para nosotras es un honor tener sexo con ellos, que son los dueños del poder y del dinero, pero qué en sí mismos son más miserables que estos otros pobres diablos, conmigo que se crean sus propias fabulas, que se coman su orgullo y su honor, que se les caigan los penes, las lenguas, los dedos y todo aquello que nos meten en nuestras vaginas, pensando que se las tenemos reservadas solamente para ellos por amor o por deseo,  esos estúpidos tipos, quienes se creen que son los más grandes amantes del mundo, cuando en realidad son peores que los perros, y lo podemos decir por experiencia propia.
-          Pero Claudia, ¿por qué tanta autodestrucción?, ¿porque tanto odio?, ¿porque rebajarse tanto para dar escarnio a los otros?, ¿no crees que sería mejor ignorarlos, pegarles un tiro, o mandarlos a matar?
-          ¡De pronto!, pero cuando más placer siento es cuando imagino a cualquiera de ellos saciándose en mi coño, con la lengua en máximo furor, con los labios henchidos de chuparme, ensalzándome y alabándome el olor de mi vagina, sin imaginar que media hora antes me lo había restregado con un perro, o con un pobre diablo; te juro que eso para mí, es el máximo placer, es en ese preciso instante, cuando soy consciente de lo que está pasando, cuando me llega el orgasmo. Yo sé que es algo aberrante, extraño o enfermizo, pero no voy a cambiar ahora, ni estoy con intenciones de pegarme un tiro o encerrarme en un manicomio, créeme que prefiero mil veces lo que hago, al fin de cuentas, siendo atractivas y deseables, siempre tendremos a eso imbéciles con ganas de nosotras, ninguno de esos miserables sabe lo que hago, ¿o sí?
-          Pues si lo preguntas por mí, muy bien sabes que yo sería incapaz, ¿además, no soy yo quien te ha acompañado y secundado las más de las veces en estas locuras? ¿Qué sentido tendría que lo hiciera ahora?, solo quiero detenerme, me hastié, no resisto más tanto relajamiento, quiero sentir algo distinto, algo más puro y limpio, quiero parar.
-          Pues Cata, allá tú, lo que es por mí ya sabes lo que pienso, de pronto es momento que nos separemos por un tiempo y sigamos rumbos distintos...
-          ¿Porque no te detienes?, ¿ya te curaste de la infección?, ¿fuiste al final donde el medico?, por favor Claudia recapacita, no te quiero dejar en estas condiciones, como estas viviendo te vas a morir muy pronto si no cambias.
-          ¿Y porque estas tan segura?

Después de este incidente dejaron de verse por mucho tiempo, quizás años, Catalina durante este lapso de tiempo se dedicó a descansar, a curarse mental y físicamente de las diferentes infecciones venéreas y toda las demás de otra índole, que había adquirido durante tantos años de exceso, opuesto a lo que le ocurría a Claudia, quien ante más excesos más saludable se sentía y se veía.                                                                                                                                                    
En Catalina, su actitud con la vida se mistifico de una manera tremenda, al extremo que empezó a pensar en ingresar a un convento religioso por el resto de sus días, quería por medio del rezo y la penitencia adquirir la vida de purificación y la paz interna que tanto perseguía desde que había abandonado a su amiga.
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Después entrego la segunda parte........


domingo, 30 de octubre de 2016

LOCA EPIDEMIA

LOCA EPIDEMIA


Los humanos le tememos a la muerte, a la ajena y a la propia, como si fuera una peste, porque de repente nos remite como locos a la mente, ese lugar ficticio donde desarrollamos, y ejecutamos, la trama por el trauma de ser alfiles de los sentimientos y serviles a los pensamientos impuestos por nosotros o por otros, sin filtro ni control, para que sean estos los elementos necesarios de una religión extrema, de una filosofía incierta o de algún partido político corrupto.                                                                                                                                                          
 Es por esto que hemos aprendido a aceptar, y a convivir con él, que el final biológico es el inicio del derrumbe existencial, que también es el emocional, es así que el ideal de vida humano sea prolongarse en el tiempo de los demás, sin considerar que eso es lo que nos ahoga como posibles felices individuos en este mundo triste, que, aun siendo parte esencial del universo infeliz, aún por esto, hasta ahora no ha sido capaz de contener o comprender a esta loca epidemia que todo lo corroe.


viernes, 28 de octubre de 2016

LA MULA Y EL ARRIERO

LA MULA Y EL ARRIERO

Me contaba un viejo arriero, de esos que ya no existen, por si alguien lo quiere buscar, que un día cualquiera escuchó, cuando iba de bajada por una loma empinada, con la mula ya cansada de tanto trabajar, que ésta le dijo al  freno: “oiga mire compañero, no se pase de terreno, tenga un poco de piedad conmigo, no me haga tan difícil la vida dura que me ha tocado vivir, que mi boca es muy sensible y me la puede destrozar a cada que el dueño tiempla la brida sin considerar que al final el que sufre es mi pobre  paladar”, ignorante que quien tira no es el bozal.                                                                                                                                                                 
La referencia la traigo a cuento porque dice mi papá, que cuando era joven y bello, igual lo hacía con él el abuelo al tratar de imponerse a los demás, y por eso también lo hizo él conmigo, con la firme convicción que se prolongue en el tiempo una regla familiar, que la autoridad paterna se respeta, así ésta se porte mal, lo que siempre, hasta ahora, ha sido algo muy normal.                                                                                                                                                
 Es un parámetro incrustado muy difícil de erradicar, hacen parte de las normas humanas, tenaces de cambiar, que de generación en generación vayamos pasando costumbres y comportamientos, que se creen culturales, éticas y morales, inscritas en las historias familiares o en las venas nacionales, aun sabiendo que éstas sirven de instrumento para perpetuar estulticias, así traigan implícitas injusticias, desorden o maldad.


jueves, 27 de octubre de 2016

DONDE PULULA EL LUTO

DONDE PULULA EL LUTO

Pululan en el mundo tantas mentiras como mudos de verdades en luto.                                              
 Es por esto que el silencio de los ignorantes es sonido glorioso para los indecentes, que se aprovechan de esta anomalía para reclamar para ellos a los inocentes, que somos los que creemos que la vida es el juego en que caen los medrosos, en favor de los poderosos, para que luego estos pavoneen sus riquezas ante el hambre y la pobreza de los otros y en favor de su propio lucro.


miércoles, 26 de octubre de 2016

EL MUTISMO AMBIENTAL NO ES SILENCIO

EL MUTISMO AMBIENTAL NO ES SILENCIO

Enfrascados, como estamos y vivimos en Colombia, en tantos problemas, los acumulados y los nuevos que van brotando, y con tantos actores luchando por hacer presencia y efecto en la escena nacional, todo lo referente a lo ambiental pasa de largo, a muy pocos les importa el tema más allá de lo imaginario y de los hermosos escenarios naturales que van quedando registrados en hermosas fotografías, como si fuesen a permanecer así por siempre, pero a los que la cruda realidad está atacando y afectando por todos lados.                                                                                                     
 Solo es conocer las cifras que a diario se dan sobre la desforestación y la erosión de nuestros suelos y montañas, de cómo el número de árboles en las selvas, bosques y ciudades disminuyen a pasos agigantados, y con ello los ríos y demás fuentes del agua dulce y potable, sin que siquiera consideremos que el asunto es grave, urgente o prioritario; mantenemos un acelerando deterioro ambiental general como estilo de desarrollo, que se debe y se tiene que detener inmediatamente, porque el planeta, del que pareciera que todo los países del mundo no hicieran parte, como nosotros, ya no aguanta más abuso y destrucción, en aras del progreso humano y las riquezas de algunos.                                                                                                                                                              
 Es un mensaje de deterioro y destrucción que nos vienen diciendo y arrojando a la cara, desde hace mucho tiempo, las cifras, los datos, los números, las estadísticas, los cálculos, los científicos, las especies animales que desaparecen y se mueren ante nuestros ojos cómplices, y los pocos árboles que nos quedan, que en su silencioso suplicio nos confirman la hecatombe que tenemos en ciernes.
Estoy seguro que si los árboles, y las demás especies de animales del planeta, pudiesen hablar, ya nos hubieran hecho reaccionar ante sus angustiosos gritos de auxilio y llamadas de ayuda, pero como no lo pueden hacer, suponemos entonces y torpemente que el medio ambiente se encuentra bien o que lo podemos componer muy fácil, cuando la realidad nos está mostrando otra cosa.                                                                                                                                                                       Las decisiones ejecutivas sobre el desarrollo y progreso, del país y del mundo, las vienen tomando las élites políticas que tiene cooptado a los Estados, y hasta ahora para ellos lo ambiental es poco importante mientras no genere dinero o riquezas, así que los demás tenemos o que resignarnos a esta visión, o aglutinarnos para que esta tendencia cambie, desgraciadamente la decisión está en cada ser humano, ¿o afortunadamente?; aquí la pregunta fundamental es ¿lo podremos hacer cuando nunca hemos podido? 

martes, 25 de octubre de 2016

HABLANDO DE PÍRRICAS VICTORIAS

HABLANDO DE PÍRRICAS VICTORIAS

Dicen que Pirro, rey de Epiro, en la antigua Grecia, dijo en una de sus más famosas batallas contra los romanos, la de Heraclea, “otra victoria como esta y tendré que regresar a Epiro solo”, a raíz del altísimo número de bajas que tuvo su ejército para lograr ganar esa batalla, y de donde nace el termino o la expresión “pírrica o pírrico”, para referirse a un hecho u ocasión en la que se sacrifica demasiado por un logro, así fuese este necesario para un objetivo determinado.                             
 Después de este suceso, icónico del comportamiento humano, han sido numerosas, en la historia humana, las guerras y batallas que se han desarrollado con los mismos resultados y persiguiendo muchas de ellas objetivos cuestionables y hasta estúpidos, como un jarrón.                                                                                                            
Traigo a colación el tema a raíz de los resultados del plebiscito en Colombia, donde los que ganaron, o sea el no, amparados en sofismas, en miedos y en mentiras, están apelando a ese triunfo como el caballo de batalla con el que campean sobre los perdedores, para señalar que ha sido todo el país quien rechazó ese acuerdo, cuando no es así.                                                                                              
Empezando por las cifras, es un triunfo cuestionable, porque el que una minoría, algo más que el 18% de la población, si consideráramos como un bloque homogéneo a los que votaron el no, reclamen como victoria ese resultado, es de por sí un despropósito, ¿pero a quien le importa?                                 
 La opinión desconocida del 63% de la población, y la del otro 18% que voto por el sí, ¿a quién le importa?                                                                                                                                                             
 Las constantes y permanentes altísimas abstenciones deberían ser motivo suficiente para cuestionar las votaciones en Colombia, ¿pero a quien le importa?                                                          
 El que el ambiente enrarecido, alrededor del plebiscito, con temas como la reforma educativa presentada por una ministra declarada lesbiana, con todas las iglesias enfrentadas a ella, con Uber y los taxistas mezclando su lío con el plebiscito, con reforma tributaria, religión, discusión sobre géneros y sexos, ¿a quién le importa?
A estas pírricas victorias ya estamos acostumbrados los colombianos, ojalá en este momento histórico de paz con los grupos guerrilleros, que tanto mal nos han hecho, no nos esté dejando el tren de la historia por buscar un ideal, ese donde soñamos un país en paz y con progreso general, pero dejando vivas las culebras de las dañinas clases políticas y la de la corrupción.

lunes, 24 de octubre de 2016

UN DIALOGO DE SORDOS

UN DIALOGO DE SORDOS

Locuazmente le hablaba un viejo a otro hombre de su muerte, le comentaba como haría para irse de este mundo, presagiando hasta la última idea que saldría de su mente.                                          

Se imaginó volando, por el cielo en solitario, viendo desde allí al planeta con desconsuelo, incluso se ilusiono en volver a recorrer sus suelos, pero lo obtuso de su visión le hacía ver mal lo que podía estar bien, y desde esa altura las tierras del planeta le parecieron una piel enferma.                          

Sangrante por doquier, con llagas infectadas, con cárcavas provocadas, con cicatrices visibles desde el sol, que se secaban de golpe y con dolor, convirtiendo al agua en vapor, y a la vida en una idea concebida en el dolor, matizada de terror.                                                                                                                                 
Dicen que le dijo al otro que las riquezas de algunos pocos sirven para financiar el destino compartido por todos, y que éste está en la búsqueda del oro, el problema es que ese capital se proyecta hacía el vacío de un universo extendido por las ambiciones personales, solo que en él los humanos actuamos como bandidos, sabiendo de antemano que a los que atracamos es a nosotros mismos.                                                                                                                                                   

Después de esto vino un silencio sepulcral, ambos hombres desasieron ese encuentro, pues entendieron el entuerto en el que estaban y lo poco que podían hacer para salvarse.


domingo, 23 de octubre de 2016

JUGANDO A SER DIOSES MIENTRAS MORIMOS

JUGANDO A SER DIOSES MIENTRAS MORIMOS

Desgonzado se encontraba un hombre en un sofá, esperaba con paciencia a la amante citada, solo que en aquel instante no sabía que ella esa noche no llegaría.                                                                                 
Pensando en ésta el tiempo transcurrió y poco a poco con ello se durmió, por eso cuando despertó ya era un nuevo día y mientras tanto la cabeza le dolía; ante el desaire de inmediato la llamó al celular, mandándole también un mensaje a su correo y al wasap, pero ella no le respondió ni a lo uno ni a lo otro.                                                                                                                                                
 Sintió un martilleo de dolor en la cabeza que le advertía que algo raro ocurriría, por lo que se fue hasta el baño buscando el remedio en la pepa blanca a la que siempre recurría, que parecía hecha de cemento y le sabia como a muerto, igual se la tomó y entró a la ducha y se bañó, mientras que se preguntaba qué pasaba, pues se creía el mejor amante de estos lares y sus alrededores, y hasta ahora no había tenido un desplante como el de Nora.                                                                                                                                         
 Entre tanto, ella se encontraba ya muy lejos, pues había viajado a encontrarse con otro amante, con Ernesto, el que le prometía llegar con ella hasta los confines del infierno, lugar imaginario donde se expresan las más ardientes emociones con las más bajas pasiones, y no como Rolando, este otro pobre ser, que solo le prometía hablar y de pasar el rato mientras eyaculaban como un par de perros, o como un par de gatos.                                                                                                                                                               
Hoy, con la sensación de caos y final que se siente en el ambiente en general, hay muchos individuos, sean hombres o mujeres, como ellos, que son seres convencidos que es así la realidad, lo que los conduce a vivir la vida como en el último día de sus vidas, arriesgándose a sentir el sexo sin amor, a pensar ideas sin valor, a despreciar al otro con rencor, a vivir sus vidas siguiendo el mismo plan, que es seguir al capo o al patrón, al líder de turno, al adalid o un Dios; sin analizar que es la misma emoción que nos ha llevado a todos al error, pues nuestros actos de vida individual no son comparación ante la gran majestad y alegría que significa toda la creación, en donde somos la única especie que edifica su vida y su final en las palabras de dioses que nunca nos crearon, pero que amenazan y siempre subyugan, apelando así al horror y a la ignorancia atrevida de todos los humanos, que con esta actitud parecemos vivos muertos en vida.


sábado, 22 de octubre de 2016

LA BURBUJA HUMANA

LA BURBUJA HUMANA


Como burbujas al viento, que vuelan alegres apenas aparecen pero que inmediatamente explotan y desaparecen, así son las ilusiones rotas con las que se construye el futuro de la confundida humanidad, entre tanto la vida individual se debate entre existir y ser feliz con los demás o convivir con los otros odiándose a uno mismo.                                                                                                                                                                
 La inercia de la segunda opción se ha transformado en la avaricia por la vida individual, que absorbe a todos los hombres por igual, y que es la misma fuerza que nos corrompe, pues ilusionamos vivir en paraísos con castillos de oro, mientras que pisoteamos la propia realidad, a la que hemos convertido en un infierno para muchos y en el cielo para aquellos pocos, a los que hemos permitido que lo disfruten.


jueves, 20 de octubre de 2016

TENÍAN EL MISMO DESTINO (cuento)

TENÍAN  EL  MISMO  DESTINO



Casi que sin creer, escuchó el ruido que tanto estaba esperando, aguardo unos cuantos segundos antes de decidirse a hacer algo, vagaron en su mente los recuerdos de tantos años de vida, de espera y de ilusiones que morían no bien nacían, sin embargo, se levantó como si fuesen sus últimos esfuerzos, las fuerzas habían quedado en cada día de espera por este momento, iba a suceder lo que más anhelaba en lo más profundo de la esencia de su ser, aun sabiendo que podría ser blanco o negro, si o no.
Cada paso que dio desde la cama, donde permanecía desde hacía muchos años postrado, hasta la ventana de su habitación representaban una alegría y una tremenda felicidad interior, sabiéndose cada vez más cerca del ser que según él poseía la formula milagrosa para poder ser otra vez feliz.                      
Divisó por entre las cortinas vaporosas y traslucidas, como descendía del taxi su amada María.
María Fernández, era aquella a quien Raúl siempre había amado, intensamente, a su manera, no fue la única pero sí a la que más y en que forma.  Su corazón latía tan aceleradamente que pensó por un instante que se le iba a detener de repente, palpitaba con una extraña sensación y lo que estaba viejo, controlado, lo que creía muerto u olvidado renacía velozmente, la piel arrugada y fría se templaba y se entibiaba nuevamente recordando antiguas emociones.
Mientras María, caminaba lentamente imaginando lo que podría suceder al cruzar la puerta de la casa de Raúl, su anterior hogar, su antiguo nido, paredes que poseían años y años de su existencia, se detuvo por un momento y vacilo en irse de allí, Raúl que observaba desde la ventana, comprendió fielmente el significado de aquel momento y creyó morir instantáneamente, recobrando la vida nuevamente al verla devolverse y tocar en la puerta.
Éste vivía con una señora, dedicada a su servicio, quien abrió la puerta, que por ser nueva en el asunto y no conocerla le pregunto con las formalidades del caso lo que quería, pero María no se detuvo, impulsivamente entro, no creyó importante el tener que hacerlo, algo internamente le llevaba adentro de lo que había sido de ella; por lo que la señora inmediatamente grito:
-         ¡Señor, señor, venga rápido, venga a ver que una señora ha entrado en la casa…¡¡.
-         ¡Ya..¡, Guillermina, silencio, déjela seguir…, Perdona María es nueva y no te conoce..
-         Claro que si, entiendo, no te preocupes…, ¿cómo estas...?, ¿cómo te encuentras...?
Preguntas que desgarraron de un tirón el corazón de Raúl pues la sintió fría y distante.  Quiso llorar y tirarse a los pies del ser que tanto amaba, pero un impulso amortiguador dentro de sí lo contuvo y simplemente respondió:
-Estoy bien, ya ves, aquí solo pero bien, y tú como estas..?.
-Muy bien, feliz y dichosa, viviendo todos estos años como no pude vivir mientras estuve contigo, he estado conociendo muchas cosas que me eran desconocidas, aprendiendo nuevas sensaciones, Raúl disculpa que te diga de antemano todo lo que siento y como vivo en estos momentos, y enterarte por si lo que estas intentando es en volverme a atraer a ti como antes… ¡.
- No..¡,no, no, no por favor, no estés tan prevenida, María, por favor te necesito, no puedo vivir sin ti, eres mis alegrías, mi felicidad, eres mi vida, solo esto quería decirte, que te enteraras por mi boca que desde el día aquel que te fuiste, hace ya casi diez años, deje de vivir normalmente, me convertí en un ente desde que descubrí cuanto te amaba, sé que es muy triste y penoso el decírtelo ahora, pero tuve que sufrir todo esto en carne propia y así entender también, en parte, cuanto te había hecho yo sufrir con mi comportamiento anterior, y quiero pedirte perdón por todo, mi amor, créeme que no encuentro las palabras o las razones que me digan porque tuve que vivir todo este horror para comprenderte, para saber quien eras, discúlpame, discúlpame..¡.
Raúl rompió en un fuerte llanto, ante la callada y asombrada María que no creía ni entendía lo que estaba aconteciendo.
Quiso impulsivamente cogerlo entre sus brazos y consolarlo como antaño lo llego a hacer, pero no lo hizo, por el contrario, permaneció estática y muda.  Raúl fue controlándose solo y lentamente, ya calmado siguió hablando.
-         Luego que te fuiste aquella tarde de Abril no quería volverte a ver y por eso no te empecé a buscar inmediatamente. Permanecí solo, durante unos seis meses que duré en comprender que había hecho, entendí los hechos que me conducirían por este camino de dolor y privaciones, pero tú ya no existías, habías desaparecido de cuanto escenario, sitio o lugar yo conocía contigo.  Solo ayer, cuando nuestro común amigo Miguel, vino a visitarme, me enteré que estabas aquí de nuevo, después de casi diez años aparecías de repente, volvías y él me lo decía, fue entonces que le hice jurar y re-jurar que tú vendrías a visitarme, para demostrarte todo lo que he cambiado y cuan diferente puede ser todo entre los dos.  Sé que ya no somos jóvenes, pero con tu fuerza y tu energía podríamos disfrutar lo que nos quede de vida viajando y gozando por todas partes….
-         ¡¡Espera...¡¡, espera Raúl, no te afanes, con calma; es cierto que vengo resentida y prevenida, pero no va a ser eso lo que me haga cambiar de opinión sobre lo que pueda pasar entre nosotros dos.  Créeme que me va a doler mas a mí que a ti el tener que decirte lo que voy a decirte, porque entiendo lo que puedes estar sintiendo por mí, pero no soy la indicada para comprenderte y tranquilizarte después de todo lo que me toco pasar y sentir en carne propia, eras el amor de mi vida en aquellos precisos instantes de mi existencia, ¿cuantos años me tuviste como un vil instrumento..?, ¿cinco, seis..?, créeme que allí mataste ese amor que te tenía y no sé si pueda ser mas fuerte o más débil que el que estás sintiendo en este momento, pero era tan grande que me llevo a odiarte tanto, que me metamorfosee en otro ser distinto, ¿me entiendes..?¡, ya no me aproximo a la María que conocías, soy otra, muy distinta..¡, y que ya no te quiere ni te necesita..¡.
-         ¡Oh¡, María, María..¡ como me destrozas, como me destruyes..¡.
-         ¡Un momento, eso sí que no, ¿culpable yo...?¡, ¿insinúas eso...?
-         No..¡, no..¡, no es eso..¡.
María no quiso seguir escuchándolo más, abrió la puerta y la cerro tras de sí de un portazo tan tremendo que toda la casa vibro del impacto.
Raúl quedo frío y extenuado, llamo a Guillermina y la mando a buscar personalmente al doctor Tascón, viejo medico conocido.
Al quedar por fin solo fue hasta el baño de su cuarto, llenó la tina con agua caliente, se desnudo y con una cuchilla de afeitar se corto lo más profundo que pudo las venas de las muñecas de sus brazos, introduciéndose así en la tina, muriendo a los diez minutos desangrado, sumergido en un agua/sangre tan espesa que su cuerpo flotaba en ella.
Al rato, cuando llego la sirvienta con el doctor, su cuerpo fue descubierto y la noticia se rego como pólvora, llegando casi que inmediatamente a oídos de María.
Esta, fue sacudida por tan tremenda noticia, cayó abatida de dolor y pena, de inmediato se sintió culpable, no había creído a Raúl capaz de semejante acto, creyó que su desprecio lo iba a llevar a olvidarla, o a odiarla, pero nunca a que se quitara la vida.
Su desconcierto fue total, la María que había creído muerta y muy bien enterrada, en lo profundo de su vida y sus recuerdos, fluía a borbotones haciéndola llorar ese antiguo amor que renacía.                                                                                                   
Un impulso inconsciente y macabro la llevo a querer ver en ese instante el cuerpo de su ahora nuevamente amado Raúl.  Salió corriendo desesperada hacia la casa de Raúl, las personas que en ese momento estaban cerca de ella la vieron como salía corriendo como loca, sin prudencia ni control hacia la calle, se abalanzo a la vía, y no bien puso un pie en esta, cuando fue atropellada violentamente por un veloz auto que en ese preciso instante pasaba, matándola en el acto.
La diferencia de tiempo entre una muerte y la otra fue apenas de unos cuantos minutos, dicen que alcanzaron a ser veinte, lo que llevo a mucha gente a decir ciertas cosas, como por ejemplo que cuando los agentes de policía llegaron a hacer el levantamiento del cadáver de ella, notaron que las facciones de su rostro pasaron de una mueca de terror y tristeza  a una de máxima felicidad, intentaron acomodarle la boca y siempre volvía a posición de risa, también dizque los cuerpos coincidencialmente fueron puestos uno junto al otro en la morgue, y de ellos brotó una especie de nube o humo, elevándose y disipándose en el ambiente.
Se han dicho tantas cosas, pero no de que tenían un destino común, ellos tampoco lo sabían, porque si lo hubieran sabido estoy seguro que no hubieran hecho lo que hicieron.               
Estoy convencido que, si Raúl se hubiera decidido a quitarse la vida diez años atrás, le habría quitado la vida a María también, ¿pero eso ahora, a quien le importa...?


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miércoles, 19 de octubre de 2016

ETERNOS SUICIDAS

ETERNOS SUICIDAS

Hay pueblos suicidas, como el mío, que se abren las venas por todo motivo y sin darse un respiro, asumen como suyos los errores que ocasionan los demás, por lo que se inmolan por ellos sin ponerse a pensar, sin analizar si es muy pronto, ni siquiera miran atrás para ver las consecuencias de esos irracionales actos, por lo que, para desgracia de todos los otros, hoy esos caminos son los mismos que tendrán que seguir los millones que vendrán a vivir este mismo destino.


SIN SED

SIN SED

Nací cuando te conocí, fuiste el chorro de agua en el desierto que era la vida sin ti, por lo que ahora feliz nado como un pez en tu regazo inundado de amor por mí.


martes, 18 de octubre de 2016

UN ANÁLISIS, ¿INGENUO?, DE LOS RESULTADOS DEL PLEBISCITO

UN ANÁLISIS, ¿INGENUO?, DE LOS RESULTADOS DEL PLEBISCITO

Después del plebiscito puedo concluir, sin temor a equívocos, que somos una nación bastante desunida, ¿quién lo puede dudar?                                                                                                          Por un lado, una inmensa mayoría, que no sabría cómo calificarla o denominarla, si mentecata, ajena, indiferente o ignorantes en estos asuntos de votar para tomar decisiones, pues esta vez fue el 63%(similar al promedio histórico), pareciera que están tristemente resignados a aceptar y acatar calladamente lo que las minorías decidan, o como se dice popularmente “a lo que Dios quiera”, porque mientras tanto viven rodeados, inundados e inmersos en innumerables iglesias y credos, con miles de pastores recordándoles que Dios es quien decide por ellos, y que ellos, los pastores, al ser sus voceros, deciden por ellos también; no sé si igualmente anestesiados con estratos y subsidios, más preocupados por perder esas ayudas del gobierno de turno que por el futuro y el de los hijos.                Por el otro lado estamos la minoría, el 37% en esta ocasión, dividida hoy exactamente en dos mitades y con dos visiones de cómo debe comportarse el Estado y sus dirigentes con sus habitantes.                                                                                                                                                                    Unos que abogan y apelan por unas políticas disque de mano dura contra la delincuencia y el crimen organizado, aparentemente con dirigentes o lideres enérgicos y disciplinados, así tengan, o hayan tenido, vínculos y actitudes antisociales, así sean corruptos, extremistas o populistas, pues amparados en la teoría de que todo lo público es malo y lo privado es bueno, que los ricos irradian la riqueza, que el narcotráfico fue una especie de revolución social, sosteniendo y argumentando que el Estado solo debe mirar y ayudar a que los particulares lo hagan bien, desmontando poco a poco una gran cantidad de políticas públicas, ganadas con mucho sacrificio por otras generaciones, que propendían por la socialización de la riqueza a través de un Estado benefactor, satanizándolo como proteccionista, y que éste solo castigue el delito cuando sea muy evidente, porque de resto el Estado debe ser un alcahuete y promotor de estas prácticas delictivas, será por eso lo de la poca justicia y la mínima autoridad moral y ética en la que nos revolcamos, muy comunes entre nuestra dirigencia política, élites económicas y en el hampa generalizada, que existe enseñoreada en todas las instancias, dependencias y negocios del país.
Mientras que la otra mitad de esa minoría, votó pensando que el problema es precisamente de dirigentes, de élites y de delincuentes.                                                                                                Que ese acuerdo con las FARC, por muy imperfecto, incompleto, incomprendido, intolerable e indeseado por muchos, era un nuevo inicio, un quiebre en nuestra particular historia, porque el solo conocer la verdad de nuestra violencia, las causas, los patrocinadores, los perpetradores y los perpetuadores era motivo suficiente para aceptarlo, promoverlo y refrendarlo, al menos fue lo que ingenuamente creí.

lunes, 17 de octubre de 2016

POR AMOR PROPIO

POR AMOR PROPIO

Ella escribía con el desespero que genera la soledad, de la comisura de sus labios colgaba un cigarrillo del que caían cenizas mientras lo fumaba, entre tanto escuchaba en la radio el sonsonete de la última canción sosa de moda.                                                                                                                                               
 Intentaba con esfuerzo concentrarse en el texto que escribía, una carta de amor para un amante desconocido, pero el humo del cigarrillo le hacía llorar los ojos, y lo tonto que decía la letra de esa canción la distraía de la idea que tenía.                                                                                                        
 En ese momento pensó en suspender lo que hacía, pero tuvo la extraña sensación que alguien la miraba, aplastó en el cenicero el cigarrillo y al levantarse del asiento sintió que en el mismo cuarto había otro sujeto.                                                                                                                                            
 No lo pudo distinguir desde el comienzo, los fuertes rayos de luz que irrumpían por la ventana, y lo lloroso de sus ojos, le impidieron ver el rostro de quien era aquel que la acompañaba, por lo que impactada se quedó inmóvil mientras aquel sujeto se le acercaba, quiso gritar, pero un nudo en la garganta lo impidió y al sentirse asida, por las manos, perdió todo sentido con la realidad.                                                                         
Cuando recobro la conciencia estaba desnuda en una cama de un motel, solitaria y confundida, recordando con horror lo que había vivido antes, ¿o soñado?                                                                                              
No lo quiso descubrir ni lo pudo averiguar, pues después de esa experiencia no le quedó en la conciencia más recuerdo que una extraña idea, estaba convencida que todo había sido un sueño y que esa pareja, la que la asió, eran sus propios dedos que ahora la llenaban de felicidad.