Atrapados en los recodos de la realidad, entre los cuales se esconden innumerables argumentos, traídos de los cabellos la mayoría de ellos, haciendo parte de los fundamentos que sirven para aseverar que estamos frente a los mayores engaños alguna vez inventados o concebidos, más sin embargo son insumos dietarios para mentalidades carcomidas por las ganas de poseer ilimitadamente, algo parecido a lo acumulado por los adheridos de sus inmoralidades y avaricias, necesitando tentar a los demás a practicar sus formas de participar en el juego de las inmundicias y codicias.
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