Presidencias arancelarias pretenden ahora imponerse sobre aquellas otras que siempre han considerado que la cooperación con diplomacia, justicia y equidad son los conductos regulares por los cuales se tiene que conducir y trasladar una economía global humanitaria para beneficio social y total de unas clases netamente laboriosas y trabajadoras, frente al reto que supone e implica derrotar la idea incrustada de los sistemas de explotación ilimitados, solo queda por establecer y desarrollar un progreso humanitario basado exclusivamente en universalizar las rentas que generan los recursos naturales, con las respectivas escalas de valores que produzcan los esfuerzos individuales, porque seguir por el camino de las particulares privatizaciones generales consiste en mantener y sostener una insistencia en pos de la regularización de los personalismos inmorales.
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