lunes, 12 de junio de 2017

INICIEMOS UNA GRAN CAMPAÑA CONTRA LOS CORRUPTOS

INICIEMOS UNA GRAN CAMPAÑA CONTRA LOS CORRUPTOS

En un momento histórico para Colombia y a la vez crítico, como el actual, cuando estamos intentando superar tantos años de violencia insurgente y de inestabilidad social, no deja de verse patética la actitud de nuestra clase dirigente en general, la política y la empresarial.
Estos dirigentes, sean de carácter público o privado, vienen asumiendo abusivamente una posición oportunista con un gobierno al que han notado débil y extraño, por no decir otra cosa, como irresoluto y ambiguo.
El actual ha sido un gobierno, que para desgracia de la integridad institucional del país, desde el inicio de sus dos periodos, ha venido jugando “a dos bandas”, como se dice en el argot billarista, aceptando por un lado la realidad de un atraso social en el país, promulgando y adoptando políticas de tinte social y audaces para nuestro entorno conservador y paraco (narco-paramilitares); como lo han sido el proceso de paz con las guerrillas, la ampliación y el mantenimiento de ciertos subsidios necesarios para los más necesitados, como igualmente el gran impulso a la construcción de la infraestructura y a la entrega de viviendas gratuitas para los más pobres y para la clase media en general.
El problema es que estos cambios los sigue haciendo a través de caminos oscuros y torcidos, como lo han hecho desde siempre gobiernos anteriores y como lo seguirán haciendo los futuros, ante la cruda realidad de una sociedad desunida y débil, abandonada a su suerte, con unos medios de comunicación que poco colaboran en el desenmascaramiento de la corrupción rampante, pues por lo general hacen parte de esos mismos grupos, por lo que pueden seguir haciendo de las suyas, o sea sobornando para que prosperen ciertos decretos o leyes.
Al mismo tiempo es un gobierno que sigue sosteniendo los privilegios a los grandes capitales, permitiendo que se cumpla así el malicioso proverbio popular, el que dice que “la plata llama plata”, proporcionando con esta actitud pusilánime los medios y canales adecuados con los que se permiten que sean esas mismas élites políticas y económicas las que se apropien de la mayoría de empresas estatales, como también de las obras de infraestructura y de los contratos oficiales.
Ojalá los diarios colombianos, al igual que todos los medios de comunicación, pudieran ayudar a emprender una gran campaña de visibilización de los corruptos, para ver si así en las próximas elecciones la sociedad pueda elegir a los mejores candidatos, para que lleguen a las instituciones que sostienen nuestra deficiente democracia las mejores personas.

_________________________________________________________________________

No hay comentarios.:

Publicar un comentario