HACIENDO
CONCIENCIA DE NUESTRA INCONSCIENCIA
Ahora, y como siempre ha sido, se pormenorizan las virtudes de aquellos pocos quienes dicen ser los dueños de la verdad, ocultando que son los mismos que fácilmente la desprecian por una vanidad; la de poder seguir viviendo ellos sus cortas vidas como una eterna carga para los demás.
Entonces no es raro que resuenen y se destaquen esas falacias
a los cuatro vientos, a través de agresivas campañas de mensajes publicitarios,
con los que nos venden falsas ideas de una buena vida material; desconociendo con
esto, el resto de la humanidad, que es algo parecido a como antes lo hacían los
reyes, papas y emperadores con las trompetas del apocalipsis y otras leyendas o
mentiras, a los que no eran seguidores de la nación o religión que les
intentaban imponer.
Se inventaban realidades ficticias para mentes embotadas de
vicios y mentiras, igual a como hoy, con las que maquillan de verdad esas
mentiras, sacando de ellas las ventajas suficientes que solo benefician permanentemente
a quienes las inventan.
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