A
LOS HUMANOS DEL ÚLTIMO AMANECER
Pretendemos las personas de hoy, a pesar de nuestro
comportamiento actual, de depredadores compulsivos, pasar sin incidir en el
futuro de las quizás ya pocas generaciones que han de venir.
En un auténtico acto de irresponsabilidad, la especie
humana en general, aun teniendo el conocimiento que los actos y las obras que
dejamos producen, seguimos actuando como si no supiéramos las consecuencias que
generan; hemos ido desarrollando una gruesa coraza de excusas para justificar con
ellas lo que no se puede mantener.
Tal vez mañana, en el último amanecer, los humanos de
ese entonces logren comprender lo que hasta ahora los actuales no queremos
entender.
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