UN
GALIMATÍAS EN EL DESTINO HUMANO
No tengo miedo de decirle al mundo, que el rumbo escogido
es inmundo, porque en él no somos el centro ni tampoco hacemos parte en el
futuro, pareciera que fuera el destino de todos, pero tan solo es el camino que
nos han trazado otros, unos pocos, los que consideran que la vida es para
explotarla.
En ese destino artificial flaquean las ideas idóneas para
llegar a ser un ser universal, mientras que, a los otros, nosotros, nos sobran
las certezas conocidas, y concretas, para decir sin miedo a equivocarnos, que
al ritmo que vamos nunca vamos a llegar al punto soñado y buscado para todos, donde
la vida, la humana y en general, se enlacen para estar en un futuro ideal.
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