INTERPRETANDO LA HISTORIA
Desde cuando el comunismo fue planteado como una alternativa
de gobierno y de poder, por Marx y Engels en el siglo XIX, se dio como una reacción
al trato inhumano que hasta ese momento recibían los trabajadores y personas en
general, no solo en Europa, sino también en el resto del mundo por los dueños
de los medios de poder; eran industrias, empresas y negocios que aparecían a
raudales y sin control, posterior a la revolución industrial y como
consecuencia de la misma. La
idea de esta teoría política y social era pensar que el Estado, entendido como
la representación de todas las fuerzas vivas de la sociedad, lograra garantizar
la repartición de la riqueza en todas las capas de esa sociedad. Solo que la cruda realidad de la historia
humana ha demostrado que estas teorías políticas siempre chocan contra la
visión individual de las personas en el poder, como éstas las interpreten o
apliquen; y por lo ya conocido, con lo que pasó en la antigua Unión Soviética y
en la gran mayoría de países que optaron por estos gobiernos comunista, es que
la corrupción y el engaño siempre primaron sobre el bien común.
Hoy, aunque las cosas parecen diferentes, la historia la
siguen escribiendo los dueños de los medios de poder, dueños y medios que con
el paso de los años mutan, desapareciendo unos y apareciendo otros, solo que el
fundamento que sostiene el alma de esos negocios, con los que se imponen sobre
el resto, se mantiene incólume e inamovible, que es obtener la mayor ganancia
posible sobre la menor inversión realizada, no importando las consecuencias físicas
y sociales inherentes a este fundamento, el que siempre ha sido lograr el mayor
lucro de una inversión sobre la vida de cualquier ser o cosa, que se vea o sea
involucrado en esa inversión.
Llevamos
décadas siendo testigos de la cosificación de la vida humana en particular y de
los seres vivos en general; pero con el derrumbamiento de los países comunista
se ha entendido e impuesto la creencia que todo lo que tenga que ver con políticas
u objetivos sociales no funciona porque no es negocio.
Mientras
tanto los principales medios de comunicación, la mayoría en manos de esos
dueños del poder, resaltan lo mal que les fue a esos ciertos países, con ese
sistema, sin señalar o ponderar a los que se fueron por líneas medias, o sea con
lo mejor de cada sistema y que hoy son prósperas naciones con bastante justicia
social, como los países nórdicos, por ejemplo.
Entendemos que el capitalismo
salvaje todo lo transforma en una cifra que debe tener un rendimiento
financiero y que eso debe acabar, creemos que el fundamento de la vida es que
cada ser la pueda vivir lo mejor posible y esto se debe imponer, igualmente
sabemos que estamos en un momento clave de la historia, por el gran
conocimiento que tenemos de la misma, solo que con la desunión en que vivimos estamos
esperando que por generación espontánea a esos dueños del poder por fin les dé
por cambiar de parecer; es prioritario comprender que la responsabilidad de
todos los seres vivos no es con este presente confuso, es con el difuso futuro,
para que allí se le aclare el camino a todo el mundo.
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