ENTRE MOLÉCULAS Y GENES PUEDE
ESTAR LA SOLUCIÓN
Nadie puede ser tan
ingenuo, iluso o ignorante para creerse diferente a todos los demás,
igualmente, no
podemos suponernos distintos a los asesinos que pululan en la humanidad,
siendo que tenemos el
mismo componente genético que nos hace ser lo que hoy somos,
un tropel de personas
intelectualmente egocéntricos, egoístas y codiciosos,
sociedades molecularmente
complejas e integradas por individualistas y materialistas,
educados y enseñados a
encontrar el éxito personal entre todas las cosas,
y ese triunfo puede
estar representado en querer acumular la mayor riqueza terrenal,
como Bezos, Musk, Gates,
Buffet, Zuckerberg, Slim, Sarmiento o un Ardila cualquiera,
o al esforzarnos para
eliminar de la faz del planeta a todos nuestros supuestos enemigos,
sean uno, dos, diez, cien,
mil, como Uribe, Marín o Pinochet, o los millones que mataron
los Mussolini, Hitler,
Stalin, Mao, Pol Pot y otras tantas sabandijas humanas
que encontramos fácilmente
por doquier.
Pasaran muchas
generaciones, si es que algún día modificamos nuestros fundamentos,
y ya con ellos entre
nuestras ideas modelamos nuevas intenciones,
o si es que el tiempo
les da otra oportunidad a todos los tipos de vida que hay en el planeta,
después del caos suscitado
desde que aparecimos, como especie, en la escena terrenal,
y así curar tantas heridas
acaecidas sobre él, llevando, sin remedio ni control,
hacia una extinción
general, provocada y alimentada en la íntima vanidad humana,
la cual solo se
elimina por dos únicos caminos, con la muerte de todos los humanos,
o tras un cambio
definitivo de nuestras creencias y maneras de pensar.
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