domingo, 3 de enero de 2021

¿TENDREMOS OTRO AÑO IGUAL A LOS DEMÁS?

 

¿TENDREMOS OTRO AÑO IGUAL A LOS DEMÁS?

 

No pretendo hacer un listado más de la cantidad de promesas que permanentemente escuchamos, pero en Colombia iniciamos este año tal cual terminó el otro, o sea volviendo y haciendo continuo un consecutivo atemporal, pero que nos ha sido impuesto con el correr del tiempo, en cuanto que nos mantenemos viviendo entre mentiras y engaños, sin importarnos lo más mínimo de donde provengan estas y estos, pues pueden salir de las bocas de los mismísimos congresistas, provenir directamente de labios de nuestro presidente, o desde los pulpitos de las iglesias, a partir de lo que informan las industrias, de los partidos políticos, incluso de los mismos centros educativos, supuestamente constituidos históricamente para enseñar la ética individual y pública; actuando, y siendo, entonces una ciudadanía que choca permanentemente contra su propia realidad, la que está siendo impuesta por nuestra clase política y dirigencial, donde apenas, como individuos,  cumplimos el papel de idiotas útiles, ya que éstos llevan bastante tiempo convencidos, y empoderados, sobre el papel que cumplen, para ellos, las instituciones del Estado, como igual su erario, utilizando las necesidades generales como la principal fuente de todos sus ingresos, contando qué, como sociedad, nos acostumbramos a actuar con total indiferencia e indolencia ante sus actos inmorales, desechando de paso la única, la mayor y la mejor alternativa que disponemos, la de unirnos, ajenos a nuestras creencias políticas y religiosas, para así poder hacer control fiscal, pudiendo incluso alcanzar, con esto, lograr evitar los efectos de una corrupción avasallante, que aquellos nos han impuesto como normalidad social.

Siendo un país demasiado rico en recursos, naturales y humanos, estamos completamente convencidos de ser pobres, física y mentalmente, lo que necesariamente nos transforma en seres patológicamente inútiles e incapaces para combatir los males que tanto nos aquejan. ¿Será posible, bajo estas condiciones, algún día, revertir estas tendencias? ¿Aunque sabemos que estamos en manos, y en poder, de unas clases dirigentes mentirosas e inmorales, tendremos la capacidad de elegir personajes diferentes? ¿O será, más bien, que estamos inmersos en una realidad imposible de cambiar, y por tanto condenados a padecerla eternamente?

A cada uno de los colombianos nos corresponde contestar estas cuestiones, para intentar encontrar otro camino, ojalá distinto al rumbo que tenemos, casi signado por nuestro destino comunal.

______________

No hay comentarios.:

Publicar un comentario