SUFRIR UN DESAMOR ES IGUAL A ESTAR
FRENTE A UN PAREDÓN
Tras los rastros de un corazón que
sufre quedan los vestigios de un amor herido,
conjuntamente a los quejidos que brotan
del alma humana que ha padecido un rechazo,
quedando en el espacio grabadas
las gotas que caen después de semejante suplicio,
así que a nadie puedo desearle un sentimiento
parecido, pues el sufrimiento que se siente
puede parecerse a estar al frente
de un pelotón de fusilamiento.
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