PERDIDOS EN UN
DESIERTO DEL TIEMPO
Perdí el
tiempo contigo, pues nunca pude encontrar el espacio preciso,
continuo
entre los dos, en el cual se generaran las necesarias conexiones emocionales,
para que nuestros
cuerpos, de por sí eclécticos, lograran sentir el roce de sus pieles,
todo fue un inane
esfuerzo, vago y etéreo, nada llegó a ser húmedo ni fértil,
porque nuestros
labios terminaron secos tras los besos desabridos que nos dábamos,
haciendo que
las palabras en nuestras bocas se erosionaran,
desplomándonos
bajo la disipación de unos sentimientos desapasionados,
creando una
confusión de frases sin contexto, recabando en diálogos dispersos,
cada vez que
intentábamos darnos abrazos descompuestos, después de coitos sin sentidos,
encontrándonos,
al final, inmersos en un témpano emocional,
detrás de sensiblerías
caóticas y confundidas, debajo de sabanas frías y tendidas,
donde siempre
estuvimos perdiendo el tiempo.
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