EL MUNDO REAL ES EL TEATRO
DE NUESTRAS LOCURAS
En cada ser existe una
sicológica disrupción
entre una imagen
mental con la realidad palpable que ésta tiene,
confundiendo a cada
ser que la está mirando,
obligándolo a
imaginar un mundo físico irreal,
el cual concreta sin
soñar, exteriorizándolo al pensar,
cuando en realidad está
retocando cada superficie que roza
con su manera personal
de ver al mundo que toca.
Nuestras mentes son
unos teatros de sombras e ilusiones,
donde la realidad se parte
en mil pedazos,
haciendo del mundo general
el escenario ideal
para que cada acto individual
se convierta en temerario,
en cuanto que cada ser
vivo cumple en él un rol ficticio,
sintiendo estar viviendo
en un universo imaginario,
paralelo a cada mentira
que subsiste en los pedazos de su realidad,
al confundir la
visión que tiene de ella con cada ilusión soñada,
chocando permanentemente
contra unos muros fantasiosos,
donde habíamos encerrado
todas nuestras locuras contenidas.
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