¡ES LA ECONOMÍA,
ESTÚPIDO!
Esparciendo
sueños, como los dulces que caen desde una piñata,
las industrias,
los bancos y el comercio nos golpean, y rompen,
con fuerza y
con desprecio, nuestras cabezas,
afectando nuestras
mentes programadas,
para lograr
que imaginemos ser los felices ganadores
de unas
mentiras que nos venden con cuotas usureras,
alcanzando de
antemano hipotecarnos, aunque no hayamos comprado nada.
Haciendo
lobby, entre los congresos de este mundo corrompido,
han podido adueñarse
de los conceptos de supuestos seres honorables,
que hasta allí
han llegado por los votos que han comprado,
con dinero o
por engaños, vendiéndoles en efectivo sus conciencias despreciables,
y de paso, alienando
las nuestras que suponíamos inembargables.
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