DETRÁS DE NUESTROS
PROPIOS SILENCIOS QUEDAN RUIDOS
Los seres humanos, por
desgracia, no nos damos cuenta que, al pasar por este mundo,
en nuestros recorridos
personales, hacemos un nivel de ruido muy alto y especial,
generando con ellos implicaciones
espaciales, porque esas reverberaciones traspasan
los límites permitidos
por la misma vida, provocando daños invisibles e irreversibles,
así muchos creamos no
tener la importancia requerida o necesaria para hacerlo,
sin embargo, el rastro
de lo que vamos dejando atrás,
va quedando marcado por
un silencio tenaz y contumaz,
de donde luego se
desprenden los ruidos visibles que le hacemos al planeta al pasar,
desde un escenario
molecular hasta a la misma realidad.
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