CULTIVEMOS NUESTROS CAMPOS
MENTALES
Vengo sembrando y cultivando en mi
cerebro pequeñas ideas,
para que, con el tiempo, se transformen,
sobre mis campos, en sueños grandes,
y con ellos, creciendo en mis
neuronas, poder cosechar los frutos más variados,
que luego me darán las nuevas semillas,
con las que pretendo broten ideas frescas.
Tenemos que ser los hortelanos de
nuestros típicos estilos de vida,
no podemos permitir que sean otros
quienes vengan a cultivar nuestras intimas ideas,
porque los frutos que obtendremos
no serán entonces nuestros,
y las semillas que sembremos, en
nuestros cerebros,
obligatoriamente se convertirán en
pensamientos híbridos o clonados,
provenientes de patrones ajenos a
nuestras neuronas naturales,
desechando y dejando atrás las
variedades fuertes que nos hacían diferentes.
Sigamos siendo campesinos y agricultores
de nuestras bucólicas formas de existir,
mantengamos los modelos, de unos
estilos de vidas, que se resisten a morir,
aún después de ser fumigados con tóxicos
venenos importados,
con los que intentan localmente erradicar
una flora y fauna especial,
en pro de otros sistemas de manera
radical, buscando ampliar monocultivos,
uniformizando a la humanidad bajo parámetros
de inequidad.
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