SOMOS
GUSANOS HUMANOS, COMO BROCAS DE TUNGSTENO
Desde tiempos inmemorables, los humanos venimos haciendo y siendo
lo mismo con la Tierra, y con la vida, sin posibilidades de cambio ni de nuevas
perspectivas, pues las esperanzas de éstos, las tenemos refundidas en pasiones
mal habidas.
Con varios torbellinos de efímeros momentos, desafiamos los terribles eventos que a cada rato creamos y suceden, blindándolos con malos recuerdos y los olvidos de los mismos, mientras que al mismo tiempo destrozamos al mundo conocido.
Por qué, sabiendo que la Tierra, donde existimos y seguiremos por un tiempo, sea la madre de la vida, y que se va quedando sin frutos por culpa de unos brutos, o sea por nosotros; aun así, la seguimos maltratando y destruyendo, actuando como una especie de gusanos mal paridos, alimentándonos de ella con saña y sin demoras, como si fuera una simple tortilla, con nuestros sesos y costillas actuando y haciendo de las brocas de tungsteno con que la perforamos y dañamos.
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