VINIENDO
POR TÍ
Con el corazón en las manos, aun sangrando, y con la herida
en el pecho después de arrancarlo, salí a buscarte como un loco para dártelo con
gozo, pero no pude encontrarte, porque ya te habías ido con otro.
Quise reclamarle al cielo por tu compañía y este respondió
con un fuerte aguacero, lo que al final pude interpretar como el llanto de mi
cielo a un amor sin consuelo, después de no poder ser correspondido.
Hoy, cuando te veo con otros, y yo sigo aquí solo, solo apelo
al recuerdo de tu cuerpo para desfogar con las manos a este cuerpo mío, que te clama
que vuelvas, como la llama que inflama al deseo de un hombre loco, de amor y
sin corazón.
______________________________________________________________
No hay comentarios.:
Publicar un comentario