UN MENSAJE EN CLAVE PARA MI
SUERTE
Querida suerte, debo
admitir que siempre te busco entre los bolsillos de mi vida,
imaginando que puedes
llegar a ser una moneda olvidada en alguno de sus pliegues,
idealizándote, como
si estuvieras refundida en algún viejo pantalón de mi realidad.
A veces creo
encontrarte en las nimiedades que me ocurren cada día,
en las pequeñeces
que acaecen en los rutinarios actos de la vida,
alegrándome el espíritu
y convirtiéndote en un rito,
con el que intento matizar
la muchas veces supuesta esquiva felicidad.
Ansiada suerte, te
escribo estas palabras que parecen sin sentido,
presumiendo que al
hacerlo te puedo atraer fácilmente y sin recelos hacia mí,
aunque en el fondo también
sea consiente que me has estado acompañando siempre,
desde el instante
que nací y desde el momento que lo comprendí,
sin embargo, igual debo
decir que constantemente estamos insatisfechos,
deseando ser los
ganadores de un premio mucho mayor,
aquel que nos de
las herramientas, suficientes y necesarias,
para poder influir sobre
las personas que nos acompañan
durante el corto tiempo
que nos tocó vivir.
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