MADRE SOLO HAY UNA, COMO UNO SOMOS TODOS
Sentado en el regazo de una madre,
un infante mama de la teta que aquella
le ofrece con amor,
sintiendo ambos una desbordada emoción,
a raíz del placer que aquel acto les
produce,
a él porque le sacia el hambre,
y a ella porque le calma la sensación
de criarle con pasión;
sin embargo, no son los únicos seres
vivos que lo sienten,
inclusive una planta se emociona al
ver crecer al lado al vástago,
igual sucede con un gato, un perro o
un caballo,
algo similar ocurre en un insecto,
un hongo o una bacteria.
Nos corresponde, como la especie que
se ha impuesto a las demás,
modificar todos los protocolos que
utilizamos,
para que impulsemos nuevos paradigmas,
con que desarrollar nuevas ideas y
sentimientos de poder,
y ya con ellos en nuestras manos podamos
todos los seres progresar.
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