LA SUERTE Y YO
Le exijo a mi suerte que se
manifieste,
que aparezca adherida a mi
piel de repente, así sea yo una serpiente,
para que al arrastrarme por
el suelo no me produzca ningún consuelo,
y que la confianza que
pierdo, cada día que pasa,
se convierta en la fuerza que
impulse la rabia que siento
por lo que nos ocurre, a
todos, en esta cárcel donde nos han metido.
Le reclamo a la suerte que no
sea selectiva,
que se puede agarrar también de
la piel de los desposeídos,
transformando este mundo en otro
tipo de paraíso,
uno donde el infierno impuesto
por pocos sea un espejismo,
y la vida de aquellos no sea
un atropello para todos los demás.
______________
No hay comentarios.:
Publicar un comentario